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lunes, 10 de febrero de 2014

"Nebraska"

Ayer fui a ver "Nebraska". Lo cierto es que me había llamado poderosamente la atención el tráiler, pero esperaba que Ovidio Parades escribiera algo sobre ella en su blog porque para algunas películas necesito un empujón. La verdad es que las películas en blanco y negro me dan un poco de miedo (hay otras, como "La herida" que ahora con dos Goyas tendré que ver a pesar de mis reticencias iniciales, que también me dan miedo) Creo que al cine hay que ir a pasar un rato sin más, a entretenerse, a empaparse con las historias de otros, a emocionarse, a llorar también si la película lo merece, pero no a pasarlo mal. El caso es que en el tráiler de "Nebraska" los planos donde se ve al protagonista, el actor Bruce Dern, caminando torpemente por una carretera en dirección a no sé sabe dónde, y el hecho de estar rodada en blanco y negro me habían golpeado. Siempre me pregunto cuál es la intención del director cuando elige el blanco y negro. Bueno, pues después de leer a Ovidio, fui. La película es preciosa, pero no es para todos los públicos. Lo mismo que le ocurre a "La gran belleza" o "Una familia de Tokio" Ninguna de ellas son para todos los públicos. Esta película entra dentro de lo que yo llamaría "película para ver sola" a pesar de que ayer detrás de mi había unas señoras que se pasaron todo el rato hablando (ahora entiendo a Jacque cuando se queja de que no paro de hablar en el cine, desde aquí le pido perdón y prometo no volver a hacerlo, aunque sé que será una promesa imposible de cumplir).
Lo primero que me gustaría compartir es que es una historia de esperanza. Es la historia de un viejo, de acuerdo, y de la ancianidad y todo lo feo que conlleva, pero es un viejo que está buscando un sueño, que en este caso es hacerse rico aunque sea de la forma más absurda posible. En mi opinión uno se hace viejo cuando deja de perseguir sus sueños y empieza a morirse cuando deja de soñar. Así que el protagonista que es un viejo, con el pelo blanco permanentemente despeinado y arrugado, con manchas de la edad y desdentado, alcohólico y un pelín despistado, no ha dejado de soñar y ese sueño es el que le mantiene vivo. Se aferra con uñas y dientes a la búsqueda de sus sueños para poder seguir viviendo o mejor, sobreviviendo cuando parece que su existencia empieza a desmoronarse. De esto sabemos mucho todos. Todos conocemos ejemplos de personas mayores que se apagan cuando pierden la motivación para vivir.
Entre padre e hijo se establece una relación muy guapa, una relación de complicidad en la edad adulta del hijo y en la senectud del padre. El hijo se posiciona en contra de todo y de todos y decide colaborar con su padre en la búsqueda de su sueño aunque él sabe que todo es falso desde el principio. Así y todo, el hijo pequeño, encarnado por Will Forte emprende con su padre la aventura sabedor de que no les conduce a ninguna parte.
También es muy interesante la sintonía entre los hermanos cuando deciden vengar a su padre. Ambos que están viviendo momentos personales y profesionales muy diferentes y parten de posiciones contrapuestas, hacen frente común para restablecer la vapuleada dignidad de su padre dando lugar a una de las escenas más divertidas de la peli (y hay muchas). Y esto es otra de las cosas que hacen que la película sea estupenda, la cantidad de veces que puedes reírte a pesar de lo árido del tema. No hay que perder la capacidad de sonreír a pesar de lo que esté cayendo.
Y la madre, interpretada por June Squibb, que a sus 84 años hace de una vieja católica y soez, malhablada y mandona a la que estoy segura se le acabaría el mundo sin ese viejo, alcohólico y cabezón, compañero de viaje, que le hace la vida imposible. Mención aparte merecen la colección de hermanos y cuñadas, sobrinos y amigos, arribistas todos ellos, que pretenden aprovecharse de la situación y que cuando se descubre que todo es un castillo en el aire no dudan en burlarse del pobre diablo. ¡Qué mezquina y ruin puede ser la gente y, de repente, cuántos invitados a tu mesa cuando hay dinero por medio!
Y, por último, no puedo evitar una reflexión sobre la diferencia entre "Agosto" dónde la relación madre-hija es frustrante y frustrada y "Nebraska" dónde la relación padre-hijo es tierna, amorosa y respetuosa a pesar de que el padre tampoco ha sido un dechado de virtudes. Es la historia de siempre, mientras muchas madres e hijas se pasan la vida compitiendo para al final firmar una entente cordial, la relación padre-hijo se sustenta en otros cimientos, no se sí más firmes, pero si menos complicados. La escena final de ambas películas es muy semejante. Un coche y una carretera de esas de EEUU que parece que no van a ninguna parte o que van a todas, sin embargo, los finales no tienen nada que ver.
Los actores de "Nebraska" están todos de Óscar, como dice Óscar López (del blog "El arpa de Bécquer" que os recomiendo, y que ya sabéis que yo no recomiendo en vano, pasaros por allí, no os arrepentiréis) aunque la Academia se haya olvidado de nominar al hijo. Yo hasta ayer para mejor actriz de reparto apostaba por Sally Hawkins de Blue Jasmine, pero mira que hoy igual se lo daba a June Squibb, sobre todo por una cosa que comentábamos ayer a cuenta de la nominación de Tito Valverde (grande Tito en todo lo que haga) frente a Antonio de la Torre (aunque al final el gato al agua se lo llevó Javier Cámara que como cómico está muy bien, pero que en "Los girasoles ciegos" está que se sale junto a Raúl Arévalo y Maribel Verdú) en esto de los premios también hay que tener en cuenta la edad y los papeles que el tiempo les va a dar. Seguramente la Hawkins tendrá otros papeles, pero quizás para Squibb este sea el último papel digno de Óscar. No sé, quizás Bruce Dern tenga suerte. A mi los otros no me gustan nada: Christian, Mattew, Leonardo y Chiwetel. Alguno de ellos nada de nada.


 

4 comentarios:

  1. Muy bien escrito Be me apetece verla.Tienes razón cuando dices que hay películas que hay que ver sola, la disfrutas más.

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  2. Me encantó esta película, Bea, y me parece que la cuentas muy bien. Es una película enternecedora, divertida -qué me dices del momento en el que están buscando los dientes en la vía del tren- y que te da food for thought, ¿qué más se le puede pedir?
    Por cierto, ¿has visto "Her"?

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  3. si, la escena de la dentadura es una de las más divertidas, todavía me rio pensando en ella, hay muy buena conexión entre el hijo y el padre. No he visto "Her" aunque alguien a quien considero con criterio ha publicado que está muy bien. A mi no me convence mucho el tema, pero es por motivos personales. Un saludo.

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