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lunes, 10 de julio de 2017

De Puertas Adentro en Quirós

Detalle de la exposición.
 
El pasado sábado día 8 de julio a las 19,00 en el Museo Etnográfico de Quirós y de la mano de la Asociación de Mujeres y del Ayuntamiento abrió sus puertas la Exposición “De Puertas Adentro” de la fotógrafa quirosana Maribel Gijón. La autora ha manifestado su satisfacción por exponer en su tierra y el sábado estaba especialmente emocionada al cumplirse en estas fechas un año ya de la pérdida de su madre a la que dedicó la exposición. La inaguración contó con la presencia de Eva Martínez, Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Quirós que, una vez más, reiteró la importancia de que la mujer sea protagonista no por los sucesos de la prensa sino por su labor en la sociedad y por trabajos como éste que se presenta en el MEQ, e hizo referencia expresa a lo que ocurre “de puertas adentro en muchos hogares y que es totalmente impredecible”.
Tuvo Maribel en su intervención palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento de Quirós, para Alva Rodríguez, directora del Museo Etnográfico de Quirós “que nos dio absoluta libertad a la hora de montar la exposición” y para la Asociación de Mujeres que desde el momento que fue conocedora de este trabajo puso todo su interés en traerlo a Quirós. Luisa de Castro, presidenta de la Asociación de Mujeres, expuso que es muy importante dar espacio a las manifestaciones artísticas de las quirosanas y manifestó el compromiso de la asociación con la cultura y “no sólo con eventos lúdicos”. Alva Rodríguez por su parte también estaba muy satisfecha con el resultado final.
Desde el momento en que tuve conocimiento de esta muestra, me pareció que tenía que venir a Quirós. Había que convencer a la autora (que estaba convencida) y había que conseguir el cauce adecuado que fuera puente entre la autora y el Ayuntamiento, ¿quién mejor que la asociación de mujeres? El escenario sin duda tenía que ser el Museo Etnográfico de Quirós (tenemos el mejor escenario para este tipo de eventos, hay que aprovecharlo).
Cuando le proponen de una forma más formal llevar la serie “De Puertas Adentro” a Quirós sintió algo especial. Por un lado dar a conocer su obra a sus vecinos y amigos quirosanos y por otro que esa propuesta saliera precisamente de La Asociación de Mujeres del Valle de Quirós, mujeres que tratan de mover e impulsar la cultura en Quirós, le provocan una intensa emoción.
Parte de la Junta Directiva de la Asociación de Mujeres, con representantes del Ayuntamiento, Alva Rodríguez y la autora.
En palabras de la autora “De puertas Adentro” surge de la necesidad “de gritar” lo que durante un largo período de tiempo ha sentido a su alrededor. Han sido cuatro años de trabajo, de fotografiar sensaciones y sentimientos. Una especie de catarsis que desembocó en una serie de instantes atrapados gracias a la cámara. Se trata de un trabajo fotográfico intimista que cuenta, a través de imágenes, esa parte de nuestro mundo desconocida para los demás, la parte más intima del sentir, la que por diversas razones escondemos durante mucho tiempo, cuando por circunstancias de la vida estamos llenos de miedo, atrapados, resignados, asfixiados…Son distintas circunstancias las que nos pueden hacer entrar en ese círculo de soledad y dolor, impotencia y miedo. Espiral de la que muchas veces es difícil salir. Cuando al encontrarnos perdidos y sin salida, esta situación entra a formar parte de nuestro día a día sin darnos apenas cuenta, cuando incluso viendo una salida, la incertidumbre y el miedo nos hace caminar muy despacio. En definitiva, se trata de una serie que indaga en los sentimientos más profundos y en las encrucijadas de la vida. La exposición puede verse en dos direcciones una que conduce a una salida hacia la luz y la esperanza y otra en la que el viaje es al revés y te lleva a la oscuridad, para Maribel hay que verla siempre buscando el mensaje positivo
Maribel intenta mostrar con sus imágenes que esas situaciones existen “Creo que puede ayudar a vernos a nosotros mismos, a concienciar sobre la necesidad de buscar soluciones y quizás en muchos casos a dar el paso para acercarnos a la salida. Es necesaria mucha fuerza y mucho apoyo y que las instituciones tengan los recursos necesarios para evitar o resolver estas situaciones. Habría que luchar porque exista y sea eficaz la ayuda, porque se denuncien los casos en que esas situaciones se dan, sin tener la sensación de que no sirve de nada el esfuerzo de dar el paso cuando se consigue darlo. A través de la cultura, la fotografía en mi caso, la literatura, la pintura, la poesía….todos son medios a través de los que dar a conocer la vida y sus circunstancias.
Sus fotos son denuncia necesaria de una situación. “No sé que estamos haciendo mal, lo que sí se es que es necesario invertir en educación, en cultura, educar en el respeto y poner todos los medios económicos, sociales y culturales para que estas situaciones no se den y que cuando se den haya la infraestructura necesaria para prestar la ayuda y el apoyo que se necesita”.


Para “De Puertas Adentro” ésta será su cuarta puesta de largo. En esta ocasión el marco es el Museo Etnográfico de Quirós y se podrá ver durante todo el mes de julio. Se ha visto en Gijón y en Avilés con una gran acogida. Maribel Gijón es consciente del apoyo y del esfuerzo que las personas que apoyan este tipo de manifestaciones culturales “Supone un gran esfuerzo personal, un esfuerzo económico, no solo por mi parte, sino un esfuerzo por parte de las personas que en las instituciones tienen conciencia cultural y luchan por que la cultura se divulgue. En el caso de Quirós soy consciente del gran esfuerzo y del interés de la Asociación de Mujeres del Valle de Quirós y del Ayuntamiento para que la obra se pueda exponer en un sitio privilegiado como es el Museo Etnográfico y pueda ser vista por quirosanos y quirosanas y turistas que durante el mes de julio visiten el concejo, por mi parte esperando ilusionada y ansiosa el día de la inauguración, estoy segura que será un día lleno de emotividad para mí y deseando que “De Puertas adentro “ guste y transmita que es lo que cualquier autor/a desea.”
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sábado, 1 de julio de 2017

Abuela del Aramo 2008

En el año 2008 la Fiesta del Corderu fue el 6 de julio. Durante la misma que tradicionalmente se celebra en el prao Llagüezos y que hermana a los concejos de Lena y Quirós, tuvo lugar el ya también tradicional nombramiento y homenaje a los Güelos del Aramo que aquel año recayó en D. Silvino Fernández Viesca (Venceyal-Muñon, Lena) y en Dña Domitila Alvarez Alvarez natural de Salcedo (Quirós) la hermana mayor de mi padre. Por aquellos días le hice esta entrevista para el Periódico de Quirós que hoy reproduzco.

"Domitila Álvarez Álvarez nació en mayo de 1921, tiene 87 años, madre de dos hijos y la mayor de 7 hermanos de los que según sus propias palabras fue madre en muchas ocasiones. Hoy sigue trabajando casi como el primer día, gobierna su casa y realiza labores agrícolas, quizás no con la misma intensidad, pero si con la misma calidad: da gusto ver la tierra que cultiva y “les sus pitines” son su mejor compañía aunque le dén mucho trabajo y muy pocos frutos, como ella misma asegura..
PdQ.: Bueno Domitila, muchas gracias por atendernos y por recibirnos en tu casa. Lo primero que me llama la atención es tu nombre,
D.: Si, Domitila Alvarez y Alvarez.
PdQ.: Es un nombre poco común en esta zona y en Asturias en general, significa “la que ama su casa” y hay una Santa romana con ese nombre.
D.: Si, Santa Domitila que se celebra el 7 de mayo.
PdQ.: ¿Tu sabes por que te pusieron ese nombre?
D.: Si, verás, el que fue de padrín mio, era padrín de mi madre, hermano mayor de ella. Estaba trabajando en una casa y vinieron unos invitados, no sé si parientes o visitantes y con ellos venía una rapaza que se llamaba Domitila y era muy buena moza y muy guapa, entonces él dijo que iba de padrín mio si Rosario, mi madre, que estaba a punto de dar a luz, tenía una nena y le ponía de nombre Domitila y así fue que me bautizaron con ese nombre.
PdQ.: ¿Qué nos cuentas de tu infancia, de tu familia y de tus padres?
D.: La infancia mía, de siete hermanos, yo la mayor y tuve que trabajar más: cuidando nenos, lavando pañales, pañales no, trapos porque entonces no había pañales, por no haber no había agua siquiera aquí en el pueblo y teníamos que ir a lavar a ca´La Villa o a Eros y arreglarnos como podíamos. Entre los hermanos había bastante diferencia de edad: a la hermana que iba detrás mía le llevaba casi tres años, a la tercera siete, a la cuarta nueve, a Amador once, a Armando quince y a Canor que es el pequeño diecisiete, y yo pelele de todos.
PdQ.: Y mientras tu cuidabas de los guajes, tus padres trabajando para sacar adelante a la familia
D.: Si, mi padre primero trabajó en la mina, pero después cuando nació Amador andaba por los tejados, quitando goteras, poniendo vigas y tejas, ganando el jornal y mi madre que era sastra cosiendo, trabajando mucho para ganarse la vida y criar a siete nenos, pero todavía tuvieron tiempo para enseñarnos algo a todos, más o menos.
PdQ.: Y claro también tendriáis que ayudar en las tareas de la tierra.
D.: ¡Qué remedio! Yo luego fuí a coser a La Fábrica con Benita, pero para ir a coser tenía que ir a sallar un rato al Fresno o adonde tuviéramos, o a sacar las anollas a la Llongar. Así, así crecimos. Hombres y mujeres trabajaban juntos, todos hacíamos lo que podíamos, pero por ejemplo a la hora de la matanza había tareas propias de los hombres, ellos descuartizaban y nosotras escarniabamos, había que lo adobar con las manos, picarlo y embutir con embudo no había maquininas, no, entonces no había lujo y luego además, siempre había tiempo para ayudar a un vecino a recoger pan por ejemplo, de Primo, o de Carmen, o de los mis tíos a la Caleya o de otros, también hay que tener en cuenta que eramos muchos de familia en todas las casa y todos arrimabamos el hombro.
PdQ.: Cuentanos cómo era Salcedo cuando tu eras joven
D.: Ay, ¡Dios Mío! Salcedo y Quirós, sin carreteras, sólo había fango por los caminos, aquí en Salcedo no había agua siquiera pero gente, había mucha gente y guajes, muchos guajes en todas las casas. Los sábados había algo de fiesta en casa Zulima, alguna mayor tocaba la pandereta, cantaban y andaban a la danza, a las pequeñas nos ponían en el medio en un corro. Gozabamos. Y la fiesta de Alba antes era mejor, no había tanto rumbo como ahora. Había unos gaiteros o un acordeonista, después de Misa , el baile era aquí en la Pandiella y prestaba más a todos. Que yo recuerde la Fiesta de Alba se celebró siempre, menos durante la guerra. Cuando empezó la guerra yo tenía 15 años y ya venía de dormir en el puerto en un cabaneto debajo de unos tapines. Entonces a la Virgen la bajaron de Alba y no me acuerdo muy bien si estuvo en la capilla de la Villa o en la Iglesia, de lo que si me acuerdo bien es de cuando la subieron.
PdQ.: Y ¿después de la guerra?
D.: Bueno, después de la guerra vino la tranquilidad. Nos daban el suministro tasado y no había expansión de nada. Si querías fruta, lo más unos nisos de la que ibamos a la hierba a Arzún. Y el pescado nada, no sabíamos ni como era, ni yo, ni los otros, ni siquiera los padres o los más mayores.
PdQ.: Y la escuela, ¿qué recuerdos tienes de la escuela y de los maestros?
D.: Los maestros que tuve fueron de lo mejor, yo fuí a la escuela de abajo, donde la Iglesia y llevábame mi tío Nicasio. La primera maestra que tuve debió ser Dña Hermosinda que era muy buena y tratabanos muy bien. Luego hubo una Dña Lola que tenía un novio republicano que se llamaba Elio y que tuvo que dar la cara por él y al final casaronse. Yo debí de ser de las últimas que fui con esa maestra. Algunas niñas aprendían más que otras, Elsita la de Silvestre sabía mucho. La escuela era sólo de niñas y habría tres secciones, con unas diez o doce niñas por sección. Yo estuve en la escuela hasta los 14 años. Nosotros a la escuela fuimos bastante aunque unos aprendíamos más que otros. Mis padres le daban mucha importancia: comer, vestir, aprender pero también trabajar todo lo que podíamos, ahorrar todo y gastar, gastar ni una perrina.
PdQ.: Luego fuiste a aprender a coser ¿cuántos años tenías?
D.: 17 años tenía cuando fui a coser a La Fabrica y una vez que aprendí me dediqué a coser todo lo que pude. Cosí por lo menos para la mitad del concejo, San Pedro, Bermiego, hasta para Isabel La Boticaria, una señora de rango que era sola. Todavía el día de hoy cuando voy a algún sitio todos me saludan y las más jóvenes son muy atentas conmigo. Hice vestidos de nenas para casi todas. De aquí de Salcedo iba con Rogelia, luego de Rano, Zulima, que todavía vive en Oviedo con un hijo sacerdote, y Luisa que eran hermanas, María de Rodiles que tenía un hermano cura y estaba haciendo la ropa para casarse allí en el taller y no nos dijo nada hasta después.
Benita, la maestra, era muy buena enseñando. Nosotras cosíamos en la solana y cuando ella subía nos contaba novelas y vaya lo que disfrutabamos con aquellas historias. A mi llamabame zaramayona (mal curiosa). Pero una vez tenía que entregar una blusa de color de rosa, de piel de angel, divina, y nos mando hacer unos ojales de prueba a todas. Los que mejor salieron fueron los mios y al final los hice yo. Yo no era zaramayona lo que pasa es que no tenía tiempo, siempre tenía algo que hacer para los de mi casa. Mira el vestido de 1ª Comunión de Hortensia lo hice yo de una saya bajera de mi madre y así sucesivamente.
Ibamos andando a La Fabrica en media hora, por el Almoriz, por los senderos, detrás de la cuadrona, ibamos como fusos, corriendo, sin poder pararnos. Llevabamos el potín sin preparar, cocinabas allí y comíamos allí también, echabamos una jornada normal, en horas no sé cuántas serían. Para ir no podíamos bajar las dos de Salcedo juntas, pero para venir ya podíamos echar un poco más de tiempo... Esa vida no se puede contar, era muy dura.
PdQ.: Y fíjate como han cambiado las cosas en la actualidad para las mujeres ¿A ti cómo te parece que mejoró la vida para nosotras?
D.: Pues la vida para las mujeres era más sacrificada antes, yo creo, o ahora, depende del aprecio que se quiera dar a todo. Yo veo cosas que hacen las mis nietas o las mis sobrinas y, a veces, pienso que valía más estar cuidando corderos ciego noblina. Acerca del trabajo eramos más esclavas antes, pero ahora con los estudios tienen que hacer mucho esfuerzo hasta conseguir lo que quieren. No sé si era mejor antes que ahora.
PdQ.: Creo que tienes dos hijos varones ¿qué nos cuentas de ellos?
D.: Los mis hijos son de lo mejor, como si hubieran venido del cielo, eso si esclavos bastante, bastante, ¡qué remedio! Tuve un marido de lo mejor del mundo, lo malo que lo perdí muy joven, el 39 y yo 34 años. Salí adelante, pero me costó muy caro, fui muy exigente con mis hijos, pero ahora son como son gracias a lo estricta que fuí. Tuvieron que aprender mucho y hacer todo.Tengo razones para estar orgullosa de como son y de lo que han conseguido. No tengo nada malo que decir de ellos. Sin embargo, a veces cuando tengo que ir a algún sitio echo de menos no haber tenido una Domitilina, no llegó, no hubo tiempo, y les digo a los míos “si tuviera una Domitilina como mi madre” que cuando iba para Bárzana iba yo a ponerle el pañuelo y a plancharle el mandil.
PdQ.: Si, pero tienes dos nietas
D.: Si, pero la Domitila mía tenía que ser hija, no nieta.
PdQ.: Y ahora ¿cómo pasas tu día a día?
D.: Hago lo que me da la gana, lo primero de todo me levanto y hago la cama, desayuno, voy a atender a les pites, luego hasta la huerta o a pasearme un poco hasta el prao. Aunque no haga nada, para recordar viejos tiempos, del presente nada. Si, unas cebollas, unos ajos o unes fabes todavía los siembro. También tengo humor para cocinar: casadielles, arroz con leche, bizcocho, todo casero. Siempre me presta tener algo. Por la tarde veo un poco la televisión: Pasapalabra. Nada de series ni de películas, no me gustan. Leo un poco, revistas que me manda una cuñada o el periódico siempre que puedo. Ver, veo mal, pero todavía estoy más sorda que otra cosa, con 87 años que quieres, también tengo una artrosis muy grande. Buena salud regular, pero la cabeza ¡qué Dios me la conserve!
PdQ.: y ¿cómo te ves dentro de diez años si llegamos allá?
D.: Mientras me valga, yo quiero estar aquí. El día que no me valga, haré lo que me manden, lo que quieran hacer los mis hijos, pero mientras tanto, ¿viste qué quintana, qué solín? ¿habrá residencia mejor? Si me valgo para levantarme, hacer algo de comida y limpiar el focico ¿qué más quiero? Ahora por el verano hay más gente, los de Jaime, Meli y José Antonio, Virginia y Joaquín, también Julián y Nati, pero en el invierno quitando los fines de semana no hay casi vecinos. No habiendo gente ahorro de reñir con nadie, y nadie conmigo. El año pasado cuando nevó, enseguida vinieron Montse y Galán a ver si me había levantado y a ver si me hacía falta algo, son muy atentos. También Maruja y Selino están pendientes, cuando están por aquí.
PdQ: Ahora, me gustaría que me contases un poco cómo fue lo del día 6 de julio, cómo se pusieron en contacto contigo, cómo lo pasaste...
D.: Llamaronme del Ayuntamiento y preguntaronme por el número de tfno del mi hijo mayor, de Ludivino. Yo no sabía para qué era y les pregunté que si era por alguna novedad y me dijeron que era para ver si iba yo nombrada de güela del Aramo. No supe más, se lo dijeron a Ludivino, los hijos lo hablaron, y querían que fuera y por eso fui, encantada, claro. No tenía gana de ir, pero solamente por hacer el aprecio al Ayuntamiento, cómo no lo voy a agradecer, aunque me costará trabajo ir. Prestome bastante, juntamonos allí toda la familia, los mis hijos y nueras, sólo faltó una nieta, los hermanos que tengo. Nos invitaron a comer y me regalaron una placa, una placa divina que la tengo en mucho aprecio y que todos me la quieren ver. Eso de verdad. Y después para venir, yo cansaba porque tengo una artrosis que no me tengo, los mis hijos no podían sacar el coche porque estaba todo entremecido y viné con una sobrina, a las 17,00 ya estaba en casa encantada de la vida.
PdQ: ¿Qué te pareció la fiesta? Es una de las fiestas con más tradición del verano asturiano
D.: Yo la fiesta no la vi, a mi prestome mucho la reunión familiar y el nombramiento, el honor de ser Güela del Aramo. Lo que si había mucha gente y muchos coches. Yo nunca había ido, porque cuando eramos jóvenes no la había y luego murió el marido, quedé viuda, y ya no tuvé gracia para nada de todo eso.
PdQ.: Bueno, y aunque estamos aquí muy a gusto contigo tenemos que ir acabando, ¿te gustaría añadir alguna palabra de agradecimiento a alguna persona, algún consejo a la juventud o a las mujeres de hoy en día?
D.: No, lo único que vivan y lo pasen lo mejor que puedan, que de trabajar ya estamos bastante fartucas las viejas. Que lo pasen lo mejor que puedan, pero con responsabilidad, que eso y la vergüenza es lo que más dice de las personas ¿a qué sí?
PdQ.: Si, además de verdad.