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lunes, 30 de diciembre de 2019

Tránsito al 20.

Foto de Rubén Patricio Gómez. Navidad en Gijón año 2019.

Apenas unas horas para cambiar de año y de década, y empezar la de la esperanza. Una década la que sale que ha sido, sin ninguna duda, la mejor década de mi vida, aunque, estoy convencida que los años que vienen serán mejores (a pesar de las pérdidas que vengan). Apenas esas horas y solo me queda reafirmar que este año ha sido estupendo. Estupendo por la gente que me ha acompañado y agradecida por la gente que se ha quedado en el camino y ojo que no me refiero a quienes han partido de mi lado para no volver. Ainssss, los que han partido para siempre, los irremplazables: Tina, Geles y Raúl por mencionar solo algunos nombres. Mujeres y hombres maravillosos que se fueron antes de tiempo y que tenían tanto, tanto que decir. Lástima que se vayan los mejores. La vida es así, así de puta y así de injusta. Porque es verdad lo de “bicho malo nunca muere”, tan cierto como que “el tiempo pone a cada uno en su sitio” o “quien ríe el último ríe mejor” o lo de que “la vida es un carrusel” y “quien hoy está arriba mañana está desahuciado”.
En este año en el que me han faltado abrazos y me han sobrado besos (de Judas) el balance no puede ser más positivo. Sigo en el mismo sitio y SÍ trabajo por la cultura lo que no quiere decir que sea más o menos culta que el resto de mis congéneres. Por cierto, de lo que no presumo es de culta, presumo de trabajar por la cultura que es bastante diferente y además lo hago desde la humildad de quien no sabe apenas nada y estoy muy orgullosa de ello. Una pena tener que justificarme. Lo que si quiero contaros, por si alguno no lo sabe, que la ignorancia es un peaje muy grande que se pega a uno como la tiña o la roña y del que es difícil deshacerse. La ignorancia es casi tan mala como la maldad intrínseca que llevan algunos en los genes. Y también tengo que deciros es que la cultura no tiene nada que ver con carreras o grados, con idiomas o másteres, con estudios de doctorado o con los cientos de libros que intento leer cada año, este año también, y que casi nunca logro, porque leo mucho sí, pero no todo lo que quisiera leer. Algunos deberían, al menos, intentar leer algo, pero no lo oficial, sino abrir horizontes, (por favor, no seáis cobardes, atreveros con los libros), porque sólo leyendo algo podrán conocer mejor el medio en el que viven, el sistema en el que desarrollan sus derechos y deberes e igual, también, se conocerán mejor a sí mismos y dejarán de ser tan ridículos. La CULTURA tiene más que ver con ir por la vida de una determinada manera, con saber estar, con escuchar, con empatizar con el que sufre, con ponerse en el lugar del otro, con tener un espíritu inquieto que nunca quiere dejar de aprender, la Cultura tiene más que ver con el amor infinito de unos padres que generosos se esfuerzan porque sus hijos estudien, lean, viajen y, sobre todo, crean en sí mismos y sean libres. Y sí, entonces es verdad que estoy en esa senda, pero, ojo, sigo sin presumir de ello.
Ya digo que me han faltado abrazos y me han sobrado besos de Judas, pero también he tenido manos tendidas, he aprendido quienes son importantes, donde quiero estar y con quien. La vida con sus luces y sombras es maravillosa y las rupturas nunca son fracasos si sabes reinventarte. Las rupturas normalmente te liberan de cadenas que no estabas dispuesta a llevar, que incluso puede que no siquiera supieras que llevabas. Ainsssss, las cadenas, no hay peor esclavo que aquel que no sabe que es esclavo de su necesidad. He llegado al mejor momento de mi vida y llegados a este punto he aprendido tanto, tanto este último año. He aprendido de lealtades y traiciones, de amistad y de amor del puro. He comprendido mejor que el mundo que me rodea es mediocre y mezquino porque la gente que lo habita también lo es. Nos falta amplitud de miras y nos falta honestidad. Nos faltan, sobre todas las cosas, honestidad, integridad moral y, vuelta la burra al trigo, nos falta COMPROMISO. A estas alturas no tengo que demostrar nada a nadie y esto es lo que me hace dormir tranquila. No sé si algunos transitan del sueño a la vigilia con paz de espíritu o se retuercen en sus camas en una duermevela constante que los trastona (me creo más esto último). Transitar de eso se trata, la vida es tránsito sin más, de unos brazos a otros, de una cama a otra, de un lugar a otro, de un año a otro, de una década a otra. 
2019 ha sido bueno, muy bueno conmigo. Me ha abierto los ojos a muchas realidades que ignoraba o, cómo dice mi padre, no quería ver, que es peor. Ainssss, si lo que no sepa mi padre... Se cierra una década, me quedan apenas 37 días para empezar la cincuentena y puedo decir que estoy mejor que nunca porque sé quién soy, adonde voy y con quién voy a recorrer este trasiego de vida (trasiego sí que no tránsito) que me queda (creo que ya lo he puesto arriba) pisando fuerte, con la cabeza bien alta y sabedora de que en la balanza siempre, siempre pesa más lo bueno. Por cierto, si estás leyendo esto y te sientes identificado con algo probablemente estés equivocado, yo no escribo nunca pensando en nadie, no me da la vida discurrir hacer daño con la palabra, pero si estás leyendo esto no olvides nunca que la palabra es mi mejor aliado, que no necesito que nadie me defienda, que las cosas importantes las reservo para  decirlas a la cara y que lo que no digo es que no merece la pena decir.. o, quizás, que el destinatario no merece ni un parpadeo mío que de todo hay en la viña del Señor.
Con todo esto y para finalizar contaros que la mochila se quedó en un camino y que viajar con poco equipaje hace el viaje infinitamente más  fácil. Creed en vosotros como yo creo en todas y cada una de las cosas que emprendo porque solo creyendo llegaremos a buen puerto. Será triste ver a algunos hundirse en la travesía o ahogarse en ella por no querer reconocer los errores cometidos o por haber elegido mal a los compañeros de viaje, pero qué le vamos a hacer. Cambiad de década con el pie derecho que nos queda mucho, mucho que recorrer y mucho más que ver. Lástima que “no hay más ciego que el que no quiere ver”. Mientras tanto evitad los escombros solo son reflejo de lo que vendrá o de lo que habita en el corazón de algunos.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Morir en soledad, una herida abierta que nos desangra.

Érase una vez una sociedad preocupada por el despoblamiento de la España rural que tenía por bandera el objetivo político e irreal de llenar este vacío. Érase una España vaciada donde realmente la ausencia de un anciano generaba más alarma entre los vecinos por ser pocos y porque, siendo pocos, todos conocían de otros costumbres, manías y quehaceres diarios casi litúrgicos. Era más fácil que alguien echara de menos el humo de la chimenea. En la ciudad mientras tanto, desayunaban cada día con fallecimientos de gente mayor en sus casas y el descubrimiento posterior de sus cuerpos. Uno tras otro, los ochentañeros caían como moscas. Intervenían los bomberos para rescatar a personas que vivían solas y accidentadas, sin forma siquiera de levantarse, a los que la carambola del destino, ese que suena de casualidad, permitía ser descubiertos a tiempo. Bomberos que se encontraban a menudo desolados paisajes de hogar. Es lo que tenía estar solo…” 

Estos sucesos tremendos y la preocupación que generan ponen el foco de atención en aquellos que, por elección o por obligación, están en situación vital de soledad. No se trata de estar solos sino de que, además, nadie los echa de menos. Tomar conciencia de esta realidad seguramente pasa porque el Estado Social y de Derecho del que tanto presumimos revise y arbitre más y mejores medidas de vigilancia, protección y estrecha atención a estos ciudadanos, desde el respeto a su soledad e independencia siempre que esta sea elegida, pero mientras tanto, donde no llegué la Administración, igual tenemos que mirarnos en aquella antigua solidaridad vecinal y recuperar el sentimiento más fraternal la comunidad, el sentido de tribu, aquella en la que cada uno de sus miembros tiene un rol y así lo desempeña. Existe un proverbio africano que dice que “para educar a un niño hace falta una tribu entera” porque nadie nos educa para la maternidad, pero tampoco nos educan para envejecer nosotros, ni para acompañar a nuestros ancianos en su caducidad, en su finitud y en su pérdida progresiva de capacidades y cuántas veces, ausencia de sus afectos. Y fíjate que, en estos días por circunstancia personal, he pensado mucho en cómo se arreglaría un anciano en una situación de incapacidad aunque sea transitoria. La soledad no solo se predica pues de lo rural y quizás, sólo quizás, vaciar los pueblos y superpoblar el asfalto tenga mucho que ver con esta ajenidad, falta de arraigo y ausencia de sentimiento de pertenencia al grupo que tanto se da entre los urbanitas que con mucha frecuencia miran/miramos para otro lado ante lo que no nos gusta y entre estas cosas que no nos gustan esta la vejez y su soledad, el no reconocer a los que fueron nuestros. Pero no mirar o mirar sin ver no hace desaparecer los problemas. Y digo yo que a la vuelta de unos años con el alentador aumento de la esperanza de vida, en nuestro país cerca de los 86 años para las mujeres y de los 81 para los hombres, y el desalentador descenso de la natalidad, con las cifras más bajas de nacimientos de los últimos veinte años que se traducen en que a no mucho tardar no habrá quienes sustenten el sistema, las pirámides de población tendrán una lectura de futuro complicada y la preocupación irá mutando, y no serán solo las pensiones las que ocupen conversaciones y tertulias, sino la imposibilidad de encontrar quienes se dediquen a los servicios sociales. Y no será distópica una sociedad en la que no haya manos que cuiden porque cuidadores y dependientes tendrán la misma edad. Creo que si la sociedad moderna pasa por la muerte en soledad, a la luz de lo que estamos viendo, este devenir no me gusta nada y que si el futuro era que nuestros mayores murieran solos sin que nadie, y digo bien, nadie los eché de menos, nuestro futuro es un agujero negro. Cada muerte en soledad es una herida abierta que nos desangra como grupo, como sociedad y como sistema. Algo está fallando. No me toca a mí proponer medidas ni soluciones, dejémoslo a los expertos o, en todo caso, a los políticos (madre mía) pero tenemos que mirárnoslo a no tardar mucho porque sino en pocos meses nadie se pondrá colorao cada vez que salte a las noticias la  momia de un vecino encontrada en el salón de su casa, un vecino, con nombre y apellidos al que nadie echó en falta.

lunes, 21 de octubre de 2019

"La mirada de las palabras" por Mónica Vega



Ha pasado un año desde que la fotógrafa Mónica Vega inagurase en Oviedo la exposición “La mirada de las palabras”, dentro de los actos conmemorativos del 30º aniversario de la Red de Bibliotecas Públicas de Oviedo.
La muestra, que en aquella ocasión podía verse en la sala de exposiciones del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, ha tenido y tiene un bonito recorrido por distintos lugares de la geografía asturiana. Una colección de treinta retratos en blanco y negro, de escritoras y escritores, en su mayoría asturianos, que expresan el alma y la personalidad de los autores en rincones, en muchas ocasiones, elegidos por ellos mismos, en espacios con significado o simplemente en un reflejo en una ventana mirando hacia afuera, a la oscuridad de la noche, quizás en una imagen que expresa la incertidumbre de ser escritor en estos tiempos en los que todo el mundo escribe pero pocos transcienden más allá de su círculo de amigos y conocidos y es que esto de la Literatura además de un mar revuelto en el que egos y vanidades mal conviven es un negocio poco agradecido, casi tanto como la política, (ironía modo on).
Aquel día durante el transcurso de la inauguración, por cierto, de bote en bote, la artista muy emocionada agradecía a su marido e hijo, a su familia, a su profesora Montse Castillo y especialmente a Chelo Veiga, coordinadora de Bibliotecas Públicas de Oviedo, las facilidades y el ánimo para poner en marcha esta muestra, que no deja de ser un sueño compartido por todos los lectores que formamos parte de los clubes de lectura de Oviedo. Un trabajo que une bibliotecas, palabras e imágenes que, en palabras de Mercedes González Menéndez, concejala Educación, Deportes y Salud Pública del Ayuntamiento de Oviedo en aquella fecha, facilitan a las personas las herramientas para “aprender a pensar”. Junto a Mónica Vega y Mercedes González, intervino como anfitrión Francisco José Borge López, vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, que aprovechó para destacar la colaboración de la Universidad con el Ayuntamiento de Oviedo y el 120º aniversario de Extensión Universitaria.
No hablemos de aquella inauguración, ni de aquella tarde, hablemos de Mónica. Mónica Vega, la fotógrafa,está dotada de una excepcional y delicada mirada que le permite mirar a la gente de frente y captar con su objetivo lo mejor de cada uno, sin prejuicios, apreciando virtudes y sacando a la vista su belleza, belleza que refleja en sus retratos.
Junto a nombres como el poeta recientemente premiado con el XIII Premio de las Letras de Asturias 2018 Aurelio González Ovies, Ovidio Parades, Leticia Sánchez Ruíz, Manuel Herrero Montoto, Marcelo García Martínez o Lucía S. Naveros, directora de La Voz del Trubia digital, se pueden ver también a las asturianas Ángeles Caso, Laura Castañón y Dorita García Blanco, nombres del panorama nacional como Ray Loriga, Rosa Montero o Espido Freire y al Premio Princesa de las Letras 2016 Richard Ford. La colección es solo una parte del ingente trabajo de hormiguina hacendosa y constante que ha ido haciendo en estos años Mónica Vega en torno a la literatura, convirtiendo en pasión lo que empezó como aficionada. 


Compañeras del club de lectura de Mónica Vega junto a la bibliotecaria Chelo Veiga y a la concejal Mercedes González.


Hablemos de la Mónica que yo conozco. Pocas personas he encontrado en el camino como ella. Mónica es trabajadora, voluntariosa y creativa, enfrenta la vida con una sonrisa y desde su altura de mujer juncal es capaz de "mirar despacio", observar y hacer una lectura siempre positiva, convirtiendo el movimiento en imágenes que se graban en nuestra retina. Mónica también es amiga, de las que empatiza y consuela, amiga de esas que hay que tener siempre cerca para que te ayuden a no perder la perspectiva porque si hace falta te llevarán de la mano y te acompañarán en los éxitos y en las miserias.
He encontrado mucha gente a la que dejar ocupar un hueco en mi vida, pero poca a la que dejar instalar su tienda en mi huerta, Mónica tiene espacio para ella, pienso que si quiere puede quedarse para siempre. Mónica es Mónica en toda su extensión, fotógrafa, lectora, amiga. Conocerla es quererla, no os perdáis su exposición que sigue, un año después, viajando por Asturias. Mientras ella sigue sacando fotos entusiasmada, explorando el mundo con una cámara como herramienta, leyéndolo también en imágenes e intentando que sus trabajos nos hagan felices, al menos, un poquito. Visitad la exposición porque, sin duda, os sorprenderá.

miércoles, 28 de agosto de 2019

Vamos a hablar de lo que me dignifica

Ayer me pasé parte del día dándole vueltas al titular ese rancio de político recién llegado que como el nuevo llega al patio del colegio y pretende imponer su criterio, que dice que “la Reina de las fiestas dignifica a la mujer” titular que, por otro lado, hoy suscriben concejalas de su partido (ye lo que tien la disciplina de partidos. Básicamente da asco).
Pues nada eso, que van y nos cuentan que la figura de Reina de las Fiestas dignifica a la mujer y se quedan tan anchos y vaya, a mí como que se me remueve algo por dentro... Mire usted, va a ser que no... que a mí lo que me dignifica es la libertad de expresión, el poder decir lo que pienso siempre y en cada momento, el no tener que esconderme para decirlo, el poder llevarle la contraria a mi señor padre, desde el respeto y desde el cariño, pero si mi opinión diverge de la suya pues lo discutimos y tan tranquilos, (vaya aunque pensando en los partidos políticos otra vez, por ejemplo, también digo yo que no siempre es así pero esa es otra historia). Me dignifica el poder decidir de quién me enamoro y cómo vivo ese enamoramiento, con quién me acuesto y cuándo, si quiero vivir en pareja o no, si quiero casarme y cómo, sin que nadie me ponga imposiciones ni sociales, ni religiosas, si me desenamoro y quiero volver con mis padres o vivir sola o volver a enamorarme y emparejarme. Me dignifica el amor al otro pero también el amor a mí misma y el respetarme y darme a valer porque valgo mucho y en eso tengo que estar, en mi valor propio como mujer y como persona. A mí me dignifica el trabajo que me permite crecer y desarrollarme, que me promociona, el trabajo que me garantiza unas condiciones dignas y un salario justo. Me dignifica el poder haber ido a la Universidad, el poder haber elegido mi carrera (ya sé que no siempre es tan fácil pero yo sí lo hice), el haber recibido la mejor educación posible que estaba a nuestro alcance porque mis profesores, mis maestras y mis monjas sí nos dignificaron primero como niñas, luego como mujeres y siempre como estudiantes que aprendíamos como esponjad. Me dignifica la libertad de entrar y salir, de viajar sola o acompañada. Me dignifica reunirme ayer en Gijón con cinco mujeres top, cada una con sus circunstancias, y en nuestra Fika, especie de reunión mensual donde hablamos de nuestras cosas, intercambiamos ideas y pensamientos y sobre todo, nos quitamos la palabra, nos echamos unas risas y como dice Mary “no acabamos ningún tema”. Me dignifica mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo. Me dignifica cada una de las decisiones meditadas o impulsivas que tomo porque todas las tomo desde mi libertad y mi responsabilidad. Me dignifica el amor a los animales y a la naturaleza, los bosques y las montañas, el respeto al planeta, la condena a todos aquellos que lo maltratan, mi activismo social y comprometido, el ir a limpiar de plásticos una playa o un río. 
Veréis, el lunes mientras hablaba con una compañera del colegio, interina en Educación, y me contaba lo fatal que está Educación (hoy hay otro titular que cuenta que la cantidad de medias jornadas que han salido lo único que hace es aumentar la precariedad laboral en un colectivo, el de los maestros del que siempre, o al menos eso creíamos, se había dicho que era muy digno laboralmente hablando y eso que ser maestro hoy día “tela marinera”) pues mientras hablábamos de que efectivamente una maestra sola con una media jornada lo tiene muy mal para sobrevivir y no digamos ya si encima tiene familia a su cargo... pasó al lado nuestro una niña vestida de princesa y yo sonreí y pensé “mira, una princesa”... y luego en medio de todo esto, vienen a decirnos que nos dignifica tener “Reina de las fiestas” pues va a ser que no, a mí me dignifica que la niña que pasaba por mi calle vestida de princesa pueda vestirse así (o de lo que le apetezca disfrazarse) cuando le de la gana sin necesidad de subirse a una carroza, ir a un desfile o exponerse en un escaparate y sea princesa, bombero o policía cada día del año si eso es lo que la hace feliz, porque mi dignidad y mi libertad tienen sentido en relación al otro, al diferente, al que convive conmigo,... coño que no venga ningún político a hablarnos de dignidad cuando el mundo gira como gira. Mientras haya una sola mujer, que se sienta agredida de la forma que sea por razón de su sexo (ayer otra más en Gijón) hay que priorizar muchas cosas antes que una banda de Reina por un día.

sábado, 17 de agosto de 2019

Tina García, poeta “Una casa con las ventanas abiertas en verano, así era ella”.

“Hay ausencias 
que pesan como la verdad
y nos llenan de silencio 
el invierno de este valle
liberando la niebla 
al romper el día.”
Cris Alvarez, Ausencias

El viernes, después de Alba y víspera del cumpleaños de Tina, se presentó en la Casa de la Cultura de Bárzana su último poemario “Sentimientos”. Tempranamente fallecida el pasado mes de abril  nos deja junto a este “Sentimientos”, ”Crisol de palabra y sueños” y “Color de montaña y mar ” una trilogía que compone toda su obra poética y que, por supuesto, están en la biblioteca municipal de Bárzana.

Aspecto del salón de la Casa de la Cultura (fotos Juanjo Arrojo)
El acto que contó con numeroso público, familiares, amigos y vecinos, arropando a sus hijos y a su hermana Raquel, su fiel escudera, siempre juntas, se convirtió en un sentido homenaje a la poeta quirosana que tanto amaba esta tierra y que tan bien lo plasmó en su obra. Organizado por la Biblioteca Pública Municipal San Melchor, la coordinación se llevó desde el Club de Lectura con el apoyo de el Grupo Quirós por la Cultura y del Ayuntamiento.
Permitidme que cuente una anécdota personal, hace unos dos años tenía yo un especial interés en presentar un libro, no sabía porqué nadie pensaba en mí para hacerlo. Recuerdo que por aquellos días otra persona muy especial, gran narradora y figura del panorama literario español, me pidió que presentará el suyo en Avilés, Laura Castañon es esta autora. Allá que nos fuimos, no sin antes, tras hablarlo con Tina (“jo, tengo tantas ganas de presentar un libro de una amiga”), ella me prometió que presentaríamos el suyo (luego han venido libros, de amigos que confiaron en mi, una suerte). No pudo ser, la enfermedad nos la llevó antes de tiempo. Luchó como una campeona, pero no pudo ser. Pensamos entre las cuatro o cinco personas que organizamos el acto del viernes (por poner un número aunque fuimos más) que Roberto era la persona indicada para conducir el acto (yo sinceramente no habría podido) y por eso, desde aquí, quiero darle las gracias. GRACIAS Rober, porque eres la persona más generosa que conozco y porque aunque mil veces pensemos diferente, mil veces encontraremos el puente que nos acerque. Tina estaba orgullos de ti, lo sabes. Como orgullosa estaba de la su Eva, no la su fía, que también sino de la Eva quirosana a la que tanto quería y admiraba, por su juventud, por su coraje, por su capacidad de trabajo. Han pasado muchas cosas en estos casi cinco meses, pero solo una irreparable, su partida.
A las 19.00 de la tarde los presentes comenzaron una presentación tan diferente como emotiva. En la mesa la actual Teniente Alcalde, Claudina Suárez, representando al Ayuntamiento, Roberto Fernández Osorio, cronista oficial del concejo y los poetas Esther García López, presidenta de la Asociación de Escritores de Asturias y David Fueyo, también quirosano, autor del prólogo de “Sentimientos”. Uno a uno fueron glosando la obra, pero sobre todo, salpicando la tarde de anécdotas personales junto a la autora en lo que fue una jornada para recordar.
Roberto Fernández Osorio, amigo personal de Tina, contó al auditorio la felicidad y la emoción de la autora por haber recuperado el Quirós que había abandonado de niña, un Quirós poblado de nuevas gentes, Luis Alvarez Pola, Eva Martínez, Florentino Menes, el mismo David Fueyo,, muchos de ellos dotados de un talento artístico excepcional, gente que contribuyó a que las raíces siguieran profundizando, “en la vida tienes que tener unas raíces que te unan a la tierra, unas raíces que si perdemos es fácil no volver a tenerlas” dijo Fernández Osorio, una mujer para quien que la llamaran “quirosana” era el mayor título que podía recibir, que tenía una disposición increíble para ayudar en todo lo que le pidieran y que lo hacía con versos, de ahí, su prolífica obra y la variedad de sus temas, a pesar de que como ella misma decía era una poeta tardía. “Todos esperábamos este nuevo libro porque sabíamos que iba a ser mejor, más elaborado, fruto de la evolución y del trabajo”.
Esther García Vázquez recordó la sorpresa por la pérdida de Tina e hizo referencia al año aciago que ha sido 2019 para la poesía asturiana, con un recuerdo cariñoso para Juan Cueto y Gerardo Lombardero. Animó a los presentes a que “hagáis vuestros los versos de Tina, y a emocionaros con sus palabras. Son vuestros, de su familia, de los quirosanos” al tiempo que mencionó lo que en ellos hay de su paisaje, “Paisaje con mayúsculas”, de su lugar de nacimiento.
En sus poemas hay mucho de amor, amor a su familia, anor de abuela, amor a la tierra, versos denuncia. “Las personas nacemos con una forma de entender el mundo y de ver lo que nos rodea y a ese lugar de nacimiento nos une un hilo invisible que jamás se rompe y los nuestros versos llevan impreso ese sello imborrable de la vida desde que nacemos hasta que nos vamos”.
David Fueyo tuvo la suerte de prologar “Sentimientos” y ayer le tocó presentar, por tanto, los nuevos poemas. Una obra, la de esta autora, humana, profundamente humana, definida en palabras de Fueyo como una persona “que vive y guarda, vive y guarda para que en algún momento la experiencia salga en forma de poemas”. Una poeta luminosa, generosa, que transmite “en cada uno de los recovecos de sus poemas”. Confesaba Fueyo ayer que la envidiaba y que así se lo decía “te envidio por esa facilidad que tienes para ser original usando imágenes tan cotidianas”. Sus poemas aparentemente sencillos “son muy vestidos, Tina buscaba música pero quería experimentar también el desorden y yo le decía, no dejes tu forma de hacer que es fantástica. Tina era optimista, contagiosa como su poesía sincera, torrente de palabras. Poeta de todos frente al egocentrismo tan propio de este mundo. Llamar a su libro Sentimientos fue valiente, opina Fueyo, “Este es un poemario más maduro, más fuerte, ella estaba en búsqueda y en crecimiento. Tina se atrevía a jugar con los niños en sus poemas, era luz pero también se atrevía a visitar zonas oscuras.”
Una poesía que para finalizar Fueyo clasificó como “una casa con las ventanas abiertas en verano, así era ella”. David Fueyo animó a los presentes a guardar a Tina entre sus palabras y a “llenar el vacío inmenso de la dedicatoria que hoy quedará vacía”.
Cerró el acto una lectura de poemas por parte de los presentes, especial mención merece el recorrido que hizo Eva Martínez, concejala de cultura los años en que se presentaron los dos primeros poemarios de la homenajeada, que leyó poemas de las tres obras, recorriendo algunos de los momentos de la última historia de concejo como la visita de los Celtas Cortos a los que también escribió Tina un poema;  miembros del club de lectura, amigas de la autora, familia y para finalizar su hijo Javier agradeció a los presentes su asistencia, la organización del acto al tiempo que compartió un cariñoso recuerdo de su madre.

Los versos de Aurelio González Ovies, que excusó su ausencia aunque en un principio iba a acudir al homenaje, “necesitamos poesía, poesía que nos haga irreparablemente más humanos” también estuvieron presentes con idéntica cercanía y humanidad que ayer estuvo Tina García entre sus amigos y familiares. La poeta vivirá para siempre en las páginas de sus libros, entre versos y palabras, la mujer excepcional permanecerá para siempre en nuestro recuerdo como ejemplo de lucha, entrega y generosidad, como faro para no perder la perspectiva. Descanse en paz Tina.



sábado, 3 de agosto de 2019

La vuelta al mundo en Cuatro Guitarras. EntreCuatre en Quirós.

Esta madrugada recibía estupefacta la noticia, no por esperada menos triste, del fallecimiento de una de las mujeres con la mente y las ideas más claras del concejo. Una mujer excepcional, poeta, a la que conocí precisamente en la iglesia de Bárzana una Pascua. Una maestra de vocación a la que la vida se la ha llevado demasiado pronto, hoy repasando este texto que publicamos en LVT y que quiero conservar en mi blog, me he acordado de ella y de lo mucho que habría disfrutado en esta tarde que quedará para los anales de la historia. Por que días como este también escriben la historia del concejo.

Foto Marga Prieto
El pasado jueves, el cuarteto asturiano EntreQuatreofreció un concierto único y fácilmente irrepetible, en el marco de la iglesia parroquial de Bárzana.
Con un auditorio abarrotado (tuvimos que sacar sillas de la sacristía para ponerlas al fondo de la iglesia), Pablo Rosales, vecino de Coañana y promotor de esta cita con la música clásica, que nació como un regalo a los vecinos de Coañana y hoy se consolida en el verano quirosano, agradeció la asistencia e hizo referencia a que “el incremento de público en este acto, año tras año, solo demuestra las ganas, el interés y la curiosidad de los quirosanos, foráneos y forasteros. Hoy hay aquí muchas personas se han desplazado desde otros puntos de la geografía asturiana para venir, junto a otras que han hecho, incluso, un viaje más largo, para disfrutar con la música clásica y con el arte en general”. Rosales que presentó el acto, habló de “la vida como viaje” y admiró la hazaña de aquellos navegantes que hace quinientos años completaron la primera vuelta al mundo en aquellos precarios barcos, como barcos de papel, comparando aquella idea con algo de locos “como si ahora alguien quisiera ir a la Luna en sandalias” pero, sin embargo, aquellos aventureros sí completaron su sueño. Sí completaron un sueño, como sueño fue para muchos tener a músicos de altísimo nivel como los que se citaron con los quirosanos en San Julián de Bárzana.
EntreQuatre que ha preparado varios programas que resumen su trayectoria para la gira mundial que conmemora su treinta y cinco cumpleaños ofreció parte del programa, "Vuelta al mundo en cuatro guitarras", que ha sido presentado en China y ha sido seleccionado por la Comisión Nacional para la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta a la Tierra.
Un programa definido como “un singular viaje alrededor del mundo recalando en las más importantes escalas de la expedición de Magallanes. Pero son músicas recientes que retratan lo que de esas tierras ha llegado a nuestros días”.
Manuel Paz, integrante del grupo y director de la Orquesta de Cámara de Siero, fue el encargado de ir presentando las diferentes obras que llevaron al público asistente a hacer un viaje imaginario por los distintos puntos por los que Magallanes fue pasando. Así se creó una atmósfera mágica con la obra Medina Fi Assabad (La ciudad en las nubes) del autor asturiano Javier Blanco, se acercaron a la tradición musical argentina y uruguaya con obras de Leonardo Sánchez y Miguel del Águila, se envolvió a los presentes con sonidos de Indonesia creados por Flores Chaviano, se interpretó un fado de belleza innegable de Pedro Pinhal y Joana Amendoira, versionado también por Flores Chaviano, que entusiasmó al público en un claro homenaje al origen de Magallanes y se hicieron varios guiños a la música asturiana en una clara comunión de intérpretes y público asistente.
Para cerrar y como regalo, EntreQuatre ofreció a los presentes una versión de Flores Chaviano de “Lágrimas Negras” cuyo autor es el compositor Miguel Matamoros. Obra de la que Manuel Paz destacó “supone la exaltación de la música popular, el triunfo de la música” al tiempo que se preguntaba si Matamoros podría haber imaginado que estas Lágrimas Negras iban a ser escuchadas en todos y cada uno de los rincones del mundo.
A la salida los asistentes, muchos de ellos repiten cada año, manifestaban su satisfacción por el altísimo nivel de los intérpretes y el interés de la velada al tiempo que exhortaban a los quirosanos a “cuidar a Pablo, que vale mucho”. Sin duda, el regalo es tener a Pablo Rosales asentado en nuestro concejo.
Aprender es incompatible con la indiferencia, abrir las mentes a lo que es ajeno, por extraño o por desconocido, salir de lo cotidiano para descubrir lo extraordinario por ejemplo, en la música, es algo imprescindible para avanzar y crecer como personas y como comunidad. La apertura de las mujeres y hombres quirosanos a estos actos culturales es la muestra de espíritus que quieren aprender. La existencia de acontecimientos como “el concierto de Pablo Rosales” suponen la necesaria descentralización de la cultura también como fórmula de lucha contra el despoblamiento.  Por cierto, el concierto cuenta desde hace varios años con la financiación del Ayuntamiento que lo ha apoyado siempre, si bien otras veces se ha financiado gracias a su promotor y por lo menos, una vez, con una especie de crownfounding.
Tras su paso por Quirós adonde llegaban desde China, EntreQuatre continúa su gira que les llevará en setiembre a Sudáfrica y Angola, en octubre a Eslovenia y Georgia, hasta acabar el año en Brasil y Uruguay, si bien en su ánimo está continuar con estos conciertos a lo largo del año 2020.






miércoles, 24 de julio de 2019

El elemento diferenciador.

Me advierte un día un amigo, en una charla informalsobre la necesidad urgente y absoluta de que mi concejo, y los que son como el mío, encuentre un elemento diferenciador que lo ponga en valor frente al resto de la oferta turística del Principado, parece que nuestro patrimonio natural no es suficiente y yo lo entiendo. Aquel día hablábamos de la necesidad de que existieran establecimientos que se caracterizaran por la calidad, por el servicio o simplemente porque ofrecen algo diferente a sus potenciales clientesMe vino a la mente aquel fantástico restaurante japonés en Piloña regentado por unos dueños de trato excepcional, que cerró hace nada (por jubilación) aunque, si hubiesen seguido, tendrían reservas para mesesFuente la Lloba se llamaba el sitio, instalado con un gusto exquisito en una casa de piedra asturiana y con unas vistas, si el tiempo lo permitía, verdaderamente privilegiadas. Para llegar hasta allí había “casi” que escalar una montaña, sin embargo, la gente se desplazaba a aquel apacible lugar a comer sushi sin problema desde cualquier punto de Asturias y tan felices, porque hay muchos a los que además del pote y la fabada también nos gusta arriesgar y probar cosas diferentes.


Pienso estos días en los que muchos celebramos el nombramiento de la poeta Berta Piñán como Consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo en qué cosas pueden diferenciar a Quirós y al resto de concejos del Valle. Tenemos la Senda del Oso tan maltratada últimamente gracias al abandono de las administraciones, de todas sin excepción, sigue siendo la senda por excelencia”, una auténtica joya de la corona, pero si no la cuidamos pronto dejará de ser nuestro tesoro gracias al estado en que se encuentra para ser una mochila cargada de piedrasSe me ocurre, así a bote pronto, que una fuerte apuesta por la Cultura, por la cultura con mayúsculas, por la literatura, por la divulgación científica, por la danza, por el teatro y por la música, por poner solo algunos ejemplos, algo así como en BueñoQuién les iba a decir a los de Bueño que iban a ser foco de atención gracias a su Festival Internacional de Jazz, a su Ciclo de Cine al Aire Libre además de por sus hórreos.

Que en poco más de un año Cristina Fernández de Cubas, premio Nacional de Narrativa en 2016, el científico Carlos López Otín o el cuarteto de cuerda EntreQuatre de gira mundial para celebrar su 35 aniversario, entre otros, hayan recalado en Bárzana no puede más que significar que algo (o alguien) se mueve dentro del mundo cultural de Quirós. Un mundo que, sin abandonar la tradición, va más allá, que además del folklore, signo inequívoco e identificador de la sociedad asturiana, aspira a combinar el afán de saber, la curiosidad innata de los humanos y el delicado hedonismo que nos lleva a recrearnos con la belleza de determinadas artes. Tenemos la suerte de contar entre nosotros con poetas y bailarines, músicos y escritores, pintores y fotógrafos de altísimo nivel pero, sobre todo, tenemos la suerte de contar con muchas personas que creen firmemente que los concejos pequeños han de apostar por la cultura como auténtico elemento diferenciador y dinamizador, generador de sinergias y que la descentralización de determinadas manifestaciones artísticas es un derecho de los ciudadanos (sí, también de los ciudadanos que viven en los pueblos). Que en tres años se hayan consolidado las Jornadas Culturales de Quirós convirtiendo al Museo Etnográfico en el escenario desde el que mostrar nuestra mejor cara al mundo es un hecho. Que digo yo que hay más allá de las fiestas de prao y que no son incompatibles aunque, en principio, para algunos personajes lo parezcan, que a la gente que le gusta la música clásica también le gusta bailar Paquito el Chocolatero pero no es lo mismo, ni mucho menos, ni el momento, ni la actitud, ni el beneficio para el espíritu que una y otro producen o provocan, que al cuerpo hay que darle lo que pide, pero también educarle para que pida cosas buenas. A ver si lo vamos entendiendo. La democracia no es hacer lo que quiere la mayoría sino trabajar para que la minoría se vea representada.
En este sentido me parece una fantástica idea que Cultura y Turismo vayan de la mano en esta nueva legislaturaTambién me parece interesante que esta consejería lleve Política Lingüística porque defender la nuesa llingua ye algo más que una cuestión política, ye algo necesario. Es una realidad que la Cultura puede cambiar el mundo. Es imprescindible que lo hagaSon urgentes hombres y mujeres críticos, especialmente ahora, por el momento social e histórico que nos toca vivir. Quiero que mi casa sea la casa que describen los versos de Piñán: “Una casa que seya como un árbol,/ qu'aguante los rellamposqu'escample/ la pedrisca, qu'espante lloñe la ventolera xélido/ del tiempo”. Pero, sobre todo, quiero que mi casa acoja a todos, que sea un árbol que nos cobije sin excepción alguna, y que sea la Cultura la que nos alimente, la que nos de consuelo, la que nos diferencie.