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viernes, 30 de septiembre de 2022

Feliz cumpleaños, cincuentañeros



No sé si escribí de mi 50 cumpleaños. La verdad es que estos últimos dos años han sido tan intensos que recuerdo poco de aquellos días. Sé que estaba enfadada con el mundo, después de un 2019 demoledor (he escuchado hace poco a alguien, muy cuqui, confesar lo mucho que le afectaron algunas cosas a nivel personal, probablemente yo aún no lo he verbalizado suficientemente). El caso es que estaba allí con mi accidentado y aparatoso octubre de 2019 como remate a aquel año horrible (cuántas caretas cayeron y cuánta maldad afloró), mi madre sin ganas de frenar en la cuesta abajo que se había colocado, nuestro mundo apuntó de estallar y tantas cosas que no sabíamos. Cumplí 50 y no tuve tarta, pero Susana y Marimar hicieron lo imposible porque abandonara mi pena (una pena que tenía explicación pero contra la que no podía hacer mucho). Me obligaron a salir y me invitaron a cenar a un japonés y me sacaron de casa (qué borde fui con el camarero, pero qué gilipollas era el camarero), se atrevieron a regalarme unas gafas, verdes, mis gafas favoritas, en fin… que fue un 50 cumpleaños raro y no tengo el recuerdo de haber escrito nada (aunque quizás lo hice). En apenas 35 días (más o menos) llegó la pandemia y la vida se volvió del revés y todo, todo fue distinto. Mi madre había salido del hospital y el bicho nos respetó. Quedan muchas cosas que decir de aquellos días, una de las últimas novelas “La Ciudad” de Aroa Moreno que he leído acaba justo en el inicio de aquella distopía (cuántas obras nos quedan por leer escritas en aquellos días) en fin. Ayer volví a celebrar un 50 cumpleaños, podría haber sido el de mi hermano que también acaba de hacerlos y mientras pensaba mirando Peña Rueda en el día que tengo hoy y mañana y pasado mañana, siempre en movimiento, pensaba que en aquellos días quería escribir 50 cosas por las que merece la pena vivir y que entonces no encontré de lo obcecada que estaba.  Decidí, decido, que solo hay una, una persona por la que merece la pena hacerlo (con sus complementos: familia, amigos, compañeros de vida, con las personas que quise, las que quiero y las que querré - que me estoy animando a volver a querer aunque sea tan complicado hacerlo, animada a pasar página hacia adelante, animada a dejar atrás a quien ha sido mi mayor decepción y mira que ha habido decepciones, instalada en el silencio del que habla Mayorga, el celebrado premio de este año, acompañada de Lola y los amigos de Lola que me vuelven loca, animada a vivir…) y soy YO (pero no en un yoísmo egoísta, sino en un yoísmo generoso, de entrega a los demás, solidario, comprometido, en fin en un yoísmo “yo misma”). Y en esto esto ando, apunto de cumplir 53, tres años después, rubia, con rizos, algunos kilos menos de desánimo, la importantísima talla correcta del sujetador y muchas ganas de vivir un otoño perguapo. Ando en quererme más y en dejarme querer y en que lo que venga sea mejor. Ahora que he sacado de la mochila algunas piedras para llenarla de emociones, feliz cumpleaños cincuentañeros!

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Día del Traxe by Marcos Luengo


Si hay alguien, en la actualidad, que lleve el nombre de Grado más allá de nuestras fronteras ese es el diseñador moscón Marcos Luengo. Marcos Luengo abandonó por un momento su recién estrenada colección y sus obligaciones familiares para apoyar el “Día del traxe”. “Vengo encantado” nos contó “y lo hago de corazón. Considero que hay que estar aquí hoy, apoyando esta iniciativa que da vida al pueblo desde la tradición, desde una perspectiva tan cultivada. Una iniciativa que es tan buena para la villa.  Que la gente venga y que se le ofrezca algo nuevo, que revalorice y revitalice la actividad no solo a nivel cultural sino también para el comercio y la hostelería en estos tiempos de crisis y además con algo tan brillante y delicado tiene un gran valor”. Luengo charló con nosotros sobre lo que este acontecimiento significa apuntando posibles maneras e ideas para que esta muestra se mantenga unida a la villa moscona de forma más o menos permanente a lo largo del año “esta actividad generará puestos de trabajo y riqueza, me extraña que aún no haya surgido un taller donde se haga este tipo de indumentaria. Es necesario que haya un lugar para mostrar estos trajes, con carácter temporal pero con continuidad, mostrando, por ejemplo, los trajes que ganen en cada edición, un museo del traxe. En este sentido, precisamente el otro día hablando con Evelio Acevedo, Director Gerente del Museo Thyssen-Bornemisza, me comentaba que las exposiciones más visitadas son las que relacionan arte y moda, Chanel y Picasso por ejemplo. Un Museo de Traxe o una muestra de los traxes abierta al público añadiría contenido a la estancia de tantos peregrinos del Camino de Santiago que pasan por Grado, un público culto e interesado por las costumbres de los sitios que visita, un Museo de Indumentaria, con estos traxes creados con tanto mimo y tanto cariño que además no existe en toda Asturias”. Apunta Luengo, sin olvidar el trabajo de Berto Suárez que puso en marcha este engranaje, que hay que conseguir que las asociaciones culturales de la villa “propongan esta iniciativa de ingente trabajo y que ya prepara la VII edición, a los Moscones de Grao. Hay que trabajar en ello y también trabajar para conseguir que todos los vecinos se identifiquen con el Día del Traxe, es una fiesta del pueblo de Grado, de todos, independientemente de quien ocupe el Ayuntamiento. Es verdad que nace de la mano de Plácido Rodríguez y Elsa Suárez pero ha de continuar gobierne quien gobierne, independientemente de sensibilidades políticas, sin color” El Día del traxe y el concurso “Indumentaria” se celebraron el pasado domingo con gran éxito de convocatoria. 35 concursantes participaron en esta pasarela de trajes tradicionales, única en Asturias, pero cientos de mozos y moces los que se vistieron con el traje del país para asistir por la tarde al baile tradicional que se celebró en el Frontón del parque, en el centro de Grao, también Marcos Luengo prolongando su estancia y que, tras la fiesta, volvió a Madrid a seguir con su trabajo adelantándonos su intención de crear traxes del país en su taller para él y sus hijas “espero poder estrenarlos el año que viene y que mis hijas se animen”. El diseñador moscón acaba de presentar su colección inspirada en las obras de la serie “Ostinato” del artista Rubén Rodrigo que experimenta con la repetición de las formas y el color a lo largo de un año y que es la misma sensación que siente un diseñador para quien cada nueva colección es continuación de la pasada y anticipo de la que venga. Su trabajo fruto de su tesón y su talento continúa dándole satisfacciones y consolidando su nombre como uno de los diseñadores más apreciados y valorados del panorama nacional e internacional.

Foto Esther Martínez.


domingo, 25 de septiembre de 2022

Trabajar por la Cultura es trabajar por lo rural.

Tras dos años en blanco y la intensa lucha de muchos por demostrar que la Cultura es segura, en medio del apagón cultural que denuncian vecinos en zonas rurales como Trubia, que no olvidemos pertenece Oviedo, y del trabajo por la vuelta a la normalidad de las bibliotecas, auténticas herramientas culturales que nos hacen iguales y nos facilitan su acceso, un pequeño concejo de montaña, el mío, Quirós, retomó ayer sus Jornadas Culturales que, tras la III edición celebrada en 2019 sobre la guerra civil, ofrecía en esta cuarta “Cuatro miradas sobre la Arqueología”. Un día largo, no lo vamos a negar, cuatro ponencias y un taller, en el que mis sensaciones personales fueron principalmente dos: qué poco sabemos de Arqueología y qué bien trabajan los quirosanos. En relación a la Arqueología, los que crecimos con un estupendo Harrison Ford interpretando a Indiana Jones, héroe de nuestra adolescencia, aprendimos ayer que muchos arqueólogos son “herederos pola forza”, que la Arqueología es cercana y que tiene un importante componente político. “Herederos pola forza”. Jóvenes rurales que descubren en su medio el origen, las raíces, el porqué de muchas cosas con las que llevamos siglos conviviendo. Investigan, excavan, escarban, concluyen y difunden, sin olvidar escuchar a los paisanos y paisanas de los territorios de los que se nutren y a los que hay que devolver parte de ese saber en un feedback obligatorio y necesario. Así Pablo López Gómez, miembro del grupo Llabor y de ecomuséu La Ponte habló a los asistentes de su trabajo en “Los Puertos de Andrúas, un exemplo de arqueoloxía de montaña nel Aramo” y destacó, siempre lo hace, “lo guapo que ye hacer comunidad en la zonas en que se excava”. Un trabajo que tuvimos la suerte de ver compartiendo con ellos una tarde de trabajo en Buxañe. 


Arqueología cercana. José Antonio Fanjul Mosteirín que hizo su exposición sobre “Arqueología castreña en Asturias. Historia de la investigación” nos descubrió a algunos la proximidad de castros quirosanos como el de La Picona en Ricao, el de Chanuces en el entorno de la ermita de San Xuan, en Nimbra, Bueida y probablemente en el Castillo de Alba. En este sentido Roberto Fernández Osorio, cronista oficial del concejo que acompañó a los pone fe, tiró el guante a quien corresponda para que algún día se excave en Quirós alguno de estos castros.

Y es que la arqueología es política. Política como quedó demostrado en la tercera ponencia del día impartida por Orlando Morán Fernández, arqueólogo, difusor y conservador de la cerámica de Faro que supuso un acercamiento etnoarqueólogico a la misma y, al tiempo, una denuncia de la situación de esta cerámica. Arqueológicamente se ha comprobado que la producción alfarera en Faro se remonta al menos al siglo XI. El catastro del Marqués de la Ensenada, en el siglo XVII, ya constata la presencia de, al menos, 70 talleres de alfarería en la aldea. Así Faro abasteció de escudielles a toda Asturias. Sin embargo, en la actualidad, sólo se conserva en funcionamiento el taller de Selito, ya jubilado, que tiene en Orlando Morán a su aprendiz, empeñados ambos en mantener la producción y en divulgar su valor estético y decorativo por encima de cualquier otro. Su lucha pretende que no desaparezca esta cerámica y con ellos la Asociación de “Amigos de la Alfarería de Faro” que nació con el objetivo de conservar esta cerámica. La principal lucha de la Asociación es conseguir que el Ayuntamiento de Oviedo construya un centro de la alfarería de Faro que se haga en Faro y que tenga un taller con producción estable y tienda para su venta. Una sala expositiva con piezas antiguas, un centro de investigación para conocer la historia, y una escuela-taller, que forme a alumnos tanto para convertirlos en profesionales como para aficionados, así lo explicó Toño Huerta miembro de la asociación y responsable del estudio sobre la misma. Recientemente han entregado el 'Premio Barbón de Faro', a Miguel Busto Zapico, historiador, que recibió el barbón, la pieza más significativa de este tipo de cerámica que cuenta con Premio Nacional de Alfarería. 


Cerró el maratoniano día la ponencia de Noelia Fernández Calderón sobre arqueología del hierro en la Asturias medieval que actualmente trabaja en el castillo de Gauzón, la fortaleza más emblemática de los reyes de Asturias, localizada en un promontorio natural denominado Peñón de Raíces (Castrillón) lugar en el que se cubrió de joyas la Cruz de la Victoria. 

Qué deciros del trabajo de los quirosanos, encabezados por Alva Rodríguez Fernández, directora del Museo Etnográfico y Roberto Fernández Osorio, impagable e impecable. Chapeau para unas jornadas que con pocos medios van ya a por la V edición (en la que ya se trabaja). Vaya desde aquí mi agradecimiento y mi reconocimiento.  Entre el público, entre otros, que seguro que me olvido de alguno, miembros del Grupo de Cultura: Florentino Menes, Rosa Manzano, Gloria Viejo, pintores, Luis Alvarez Pola, doctor en Musicología y nuestro gaitero, Cristina Alvarez y Andrés Fernández, escritores, Xulio Viejo, profesor universitario, Francisco Alvarez responsable ayer de medios audiovisuales y que grabó toda la Jornada y Juanjo Arrojo, amigo entrañable, fotógrafo; María Antonia Pedregal, directora del Museo Arqueológico de Asturias que abrió las Jornadas; Toño Huerta, geógrafo, dinamizador cultural; Lucía Falcón, historiadora y experta en arte, Mercedes Suárez, compañera del club de lectura y bibliotecaria, Samuel Robles, actualmente trabajador del MEQ, siempre con una sonrisa y muchos más… a todos ellos mi agradecimiento por ser y estar… lo demás viene a base de trabajo y de ilusión. Seguimos trabajando. Trabajar por la Cultura es trabajar por lo rural y nosotros creemos en el medio rural como forma de vida, la nuestra.

viernes, 23 de septiembre de 2022

Las herederas


¿Cuánto tengo yo de mis abuelas?, ¿qué he heredado de ellas?, más allá de los rasgos de mi abuela paterna o el carácter de mi abuela materna, ambos físico y formas se van diluyendo con el tiempo a medida que envejezco, voy cultivando mis propias arrugas y adoptando mis propias manías y ¿qué tengo en común con mis primas? Somos cinco por parte de mi padre y compartimos nombre dos a dos y un verso libre. Dos como mi abuela Rosario y dos como mi tía Maruja que realmente se llamaba Beatriz... ¿qué tenemos en común Bea, Charo, Rosario, Ana y yo? a priori nada, solo algunos rasgos genéticos y la predisposición a ciertas enfermedades (aunque nunca se sabe); ah, y la herencia, el amor entendido desde distintos posicionamientos por la casa del pueblo, por algunas vigas que la sustentan, por la tierra, la huerta, las raíces y alguna finca. Estas son algunas de las preguntas que me suscita la novela que he devorado estos días "Las herederas" de Axia de la Cruz que está desde ayer en las librerías pero que he leido anticipadamente gracias al proyecto empresarial  de @bookish (al que estoy totalmente entregada). Y es que "Las herederas" va de primas y de herencias. Ellas son cuatro, hermanas dos a dos, Olivia y Nora, Lis y Erika, cada una totalmente diferente a la otra, cargando con mochilas personales y con una común, el suicidio de la abuela y ahora la cada de su infancia que han heredado las cuatro. A mi la novela me ha encantado, si la anterior de @bookish "La ciudad" de Aroa Moreno podía haberse titulado "Las caras del miedo" no tengo título alternativo para esta, pero quizas las herederas sea demasiado genérico. Las nietas de Doña Carmen, la suicida, viajan a la casa familiar con la idea de deshacerse de ella, pero cada una de ellas inicia una particular carrera para que sea la casa la que les de respuestas, respuestas no solo a la muerte de la abuela sino también y, sobre todo, a sus momentos vitales. Lis ha pasado por una crisis nerviosa, Erika que ha apoyado a su hermana haciéndose cargo de su hijo durante su ingreso en un psiquiátrico busca su sitio en el mundo, Olivia es una reputada cardióloga que no entiende como su abuela tenía un cargamento de drogas legales y Nora coquetea peligrosamente con las drogas para poder sobrevivir a la presión que le impone su precariedad laboral, exigencias de la vida moderna. Ayer escuché una entrevista con la autora, efectivamente en la novela hay una importante reflexión sobre las drogas, las legales y las ilegales, las que te ofrece la naturaleza y solo tienes que cogerlas, las artificiales, pero creo que la novela trata de mujeres, de mujeres enfrentadas a una sociedad que nos exige sin piedad: ser buenas madres, ser buenas profesionales, cumplir lo que nos piden, disfrutar del tiempo libre, saber hacerlo todo con algo grado de satisfacciones permanentemente examinadas por unas y por otros, no salirnos de la norma,... abandonar esas exigencias, desvestirnos de esos ropajes y buscarnos a nosotras mismas es el largo camino que hay que recorrer y es nuestra responsabilidad. Las protagonistas de esta novela lo hacen... No sé si se nota que me ha gustado mucho, mucho, mucho...

martes, 20 de septiembre de 2022

Marcharse antes de tiempo

Querido@s amig@s de Somos de Quirós, hoy nos ha dejado Vitorín el del Ayuntamiento. Su temprana partida nos ha dejado el Corazón Helado, perdemos a un buen trabajador pero también perdemos a una buena persona. Desde esta mañana siento que este dolor por su pérdida es el ejemplo de que pertenezco a esta comunidad, tan pequeña, en la que cada miembro que falta es como una rama que se quiebra y por la que sangra nuestro árbol (y rompen tantas ramas…). Personalmente nunca olvidaré todas las veces que le pregunté cosas en la Exposición de Ganado y el siempre me atendía con una sonrisa. Estas personas sencillas, imprescindibles en nuestro día a día, son quienes hacen que los Ayuntamientos sean nuestras casas (no los políticos que vienen y van sino la gente que los puebla y les da vida). Hoy el Ayuntamiento de Quirós es menos casa de todos. Vaya desde aquí mi pésame a su familia, pero sobre todo a sus compañeros del Ayuntamiento que pierden hoy a un miembro de su pequeña familia laboral. Descanse en paz.