Me pregunta mi amiga Katja, que ha dado señales de vida después de un tiempo de duelo, que qué ha pasado en mi vida. Buena pregunta.
Y es que ha pasado un año desde el primer cumpleaños de este blog y hoy celebramos el segundo. Sí, tenemos dos años. DOS AÑOS YA. Y digo hacemos porque los cumple Bea la de Lola y los hace también esta relación epistolar que hemos creado entre todos nosotros y que, para que negarlo, cada vez me gusta y me llena más. Y yo, tan amiga de fiestas, pensaba organizar una grande e invitaros a todos a un pedacito de tarta virtual, pero las noticias de esta semana, me han conmocionado. Iba a escribir una entrada que ya tiene título desde el verano en la que contaría la génesis de este proyecto y su posterior nacimiento. Revelar los nombres de los hombres que originaron esta historia, porque sí, en el origen fueron todos hombres. Aunque el ánimo no me acompaña, la escribiré. No hoy, ni ahora, ni mañana. No es su tiempo. Quizás con ella celebremos la tercera velita o quizás, quién sabe, nunca vea la luz.
Y me pregunta Katja desde Alemania en un correo electrónico que me ha llenado de alegría y en el que, a pesar del tono todavía oscuro que me transmiten sus palabras, da muestras de estar remontando su drama personal que qué ha ocurrido en mi vida durante este tiempo de silencio.
Así que ayer cuando leí el mensaje, me pregunte a mi misma que en qué he estado pasando mi tiempo, y la primera y única respuesta que me salía era "he estado escribiendo". Me he pasado un año escribiendo, siendo constante y con el compromiso de continuidad. Porque para qué quieres un blog si no vas a escribir en él. Todo comenzó de la manera más tonta. Una mañana ocurre algo que te demuestra que sigues viva y todo lo que tienes dentro empieza a brotar a borbotones dando lugar a la idea de que este proyecto en pañales (que aún lo está) adquiera consistencia. A veces, la causa de que algo eché a andar no tiene nada que ver ni contigo, ni con lo que te traes entre manos en tu día a día. Igual que dar a un botón y poner en marcha el mecanismo de tu vida que creías parado. Hay cosas que simplemente pasan y que hay que dejar que fluyan. En general, yo que sólo me arrepiento de lo que no dejo que ocurra por mis miedos, estoy muy contenta de este 2014 que me ha pasado volando, la semana que viene ya es diciembre.
Y es que ha sido un año fantástico. No sé si suena pretencioso decir que ha sido el mejor año de mi vida. Seguro que vendrán otros igual de buenos e incluso mejores, pero éste he descubierto que los sueños generan proyectos y los proyectos futuro. También puede ser que mi umbral de felicidad sea más bien bajo o que soy poco exigente con lo que pido a la vida. "No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita". Y así, he estado escribiendo con todo lo que esto conlleva de esfuerzo y trabajo. Leer mucho y usar el diccionario, consultar dudas e intentar no repetirme, pero sobre todo, crear historias. Historias imaginadas o reales, historias inspiradas en recuerdos infantiles o en vivencias de adulta, historias llenas de amor o de tristeza. Historias creíbles o no, pero con capacidad de emocionar. Y esto me ha hecho muy, muy feliz. He llorado mucho, para que negarlo, recordando cosas que me han pasado o que precisamente no han pasado y ya no pasarán, pero de esas lágrimas también extraigo una lección. Me quedo con lo bueno. La vida es un tremendo aprendizaje que no acaba hasta el último suspiro.
He hecho también un poco de terapia de piel, la justa, para convencerme de que la gente se arriesga muy poco, que hay que darle a los sentidos lo que piden y que, en esto de la piel si hace falta, hay que dejársela a jirones. Yo por mi parte lo intentaré todas las veces que haga falta.
Ha sido un buen año. Un año en el que he visitado países exóticos y escalado montañas mágicas. He cruzado ríos llenos de cocodrilos y navegado por mares abarrotados de piratas. He vivido mil y una aventuras, las que quería y deseaba vivir. También algún desengaño. Los menos. Cuánta necesidad tenía yo de este blog, ahora me doy cuenta. Cuánto de mi hay en él.
Un año en el que he conocido gente interesante: autores consagrados y escritores noveles, cuentistas y poetas, bibliotecarios y lectores como yo que han llenado mi vida de palabras y versos, de recursos e imágenes. Gente maravillosa como maravilloso es su trabajo.
Dos años ya desde aquella primera entrada que obedecía a algo que ni ocurrió, ni ocurrirá. Gente de ida y vuelta que te demuestra que da igual los años que pasen pues la toxicidad la traen de serie. Es innata en ellos. Menos mal que encontré el antídoto. Hoy vuelvo a tu vida, mañana salgo, pasado vuelvo a entrar. No, no te confundas, ni me confundas. Una vez que has dejado el juego, estás fuera para siempre.
Dos años, el tiempo de una ortodoncia; dos años multiplicados por ocho, los años que llevo trabajando en la empresa que es mi segunda casa. Dos años en los que he escrito todo y nada, en los que he dejado lo mejor de mi y lo peor. Dos años cuya lectura es positiva siempre. Dos años que han pasado con el vértigo de una exhalación.
Un par de apuntes para acabar que luego dice Macu que me enrollo: Mi agradecimiento a mis padres. A mi madre porque me enseña que la generosidad es una forma de estar en la vida aunque te dejes la propia en ello y a mi padre que me enseña que los sueños que se consiguen son aquellos que tenemos en nuestras manos y por los que podemos trabajar, que me apoya en todas mis decisiones, las de cuerda y las de loca. A ambos porque me aceptan como soy, porque les debo la vida y lo que soy. Y mi admiración a los lectores, a todos y cada uno de los que se asoman a esta ventanita de mi vida, porque sin ellos esto no tendría sentido.
Besos para todos y una vez más gracias por estar ahí.
Besos para todos y una vez más gracias por estar ahí.
Pues que rabia, con lo que me gusta a mi llevar la contraria. Espero me perdones y me sigas admitiendo no obstante.
ResponderEliminarPor supuesto, eres uno de los regalos de este año, conocerte a ti y a gente como tú con espíritu y capacidad crítica también me lo ha dado este blog. Sólo hubo un tema en el que pedí que nadie discrepara y fue en el muro, no aquí. Lo que quiero es mucha gente con ganas de llevar la contraria, pero que sepan hacerlo, gente como tú. Un besín Jesús.
ResponderEliminarVeo que el balance es completamente positivo. Espero que lleguen otros muchos mejores años a tu vida, que sigas cumpliendo sueños y proyectos.
ResponderEliminarBesos!!