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viernes, 25 de junio de 2021

Buxañe, la historia se escribe allí.

Durante el mes de junio un equipo de arqueólogos dirigidos por Pablo López Gómez, investigador predoctoral de la Universidad de León que realiza su tesis sobre los espacios comunales en la Cordillera Cantábrica y bajo la coordinación de Margarita Fernández Mier, catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo ha retomado los trabajos de excavación en la braña Buxañe en La Rebollada (Quirós). Esta es la tercera vez que estos investigadores profundizan en el estudio de la zona, un auténtico semillero de restos arqueológicos que sirven para conocer mejor tanto la historia de los quirosanos y sus vecinos como también la del hombre en la búsqueda de los mejores sitios para establecerse. No es de extrañar que este paraje espectacular fuera atractivo para asentarse. Al pie de la cabana de los de Villanueva, con estructura de cúpula de piedra y cubierta de tapín, una de las estructuras etnográficas más impresionantes del concejo, este equipo se ha trasladado hasta la Prehistoria avanzando entre los distintos niveles que han encontrado a partir de unas pequeñas ruinas que se veían y que resultaron ser “una estructura mucho más ambiciosa, no destinada a usos ganaderos, sino probablemente un intento de poblamiento que, por alguna razón, no fructifico pero que deja al descubierto la superposición en la zona de usos recurrentes en el tiempo con distintos aprovechamientos. A lo largo de períodos amplios, el hombre aprovechó este espacio, seguramente porque es óptimo” nos cuenta López.


Dentro de este proyecto de investigación (Proyecto ELCOS, “Espacios Locales y Complejidad Social, las raíces medievales, un conflicto del siglo XXI” incluido en la tesis doctoral de López “Arqueología de los espacios comunes”), se ha empezado a intervenir en varios espacios de montaña. La braña Buxañe en los Puertos de Andrúas es uno de ellos. La intervención empezó el año anterior con una primera cata que sirvió para documentar un uso de este espacio a finales de la Edad Media primera Edad Moderna y, este año, se encuentran intentando caracterizar de una forma más extensa todo ese poblamiento y también niveles de uso que empiezan a salir anteriores “alguno lo tenemos datado ya en la plena Edad Media y otros, con bastantes materiales que nos indican un aprovechamiento de este espacio durante la Prehistoria reciente.” El equipo de trabajo está compuesto por seis personas “gente que viene de la Universidad de Oviedo, de la León junto a voluntarios que vienen a visitarnos y a echar una mano de diferentes universidades como la de Santiago o Extremadura”. López valora la campaña como bastante exitosa a pesar de los duros golpes del temporal de agua que en los últimos días ha retrasado un poco los trabajos, sin embargo “los días que podemos trabajar lo hacemos a buen ritmo y la verdad es que está siendo una campaña muy provechosa. El yacimiento nos está deparando un montón de sorpresas, tenemos una gran cantidad de hallazgos que pensando en intervenciones en espacios de montaña son bastantes sorprendentes, por ejemplo, llevamos más de cien restos documentados”. El grupo se manifiesta encantado con este tiempo de trabajo porque además del espacio en el que se desarrolla la excavación, “un entorno idílico”, la convivencia con la gente de Quirós, especialmente con los vecinos de La Rebollada y Pedroveya, que “nos están acogiendo muy, muy bien” y el fantástico pote de Casa Generosa les deja un fantástico sabor de boca.

Esta aventura no finaliza. Margarita Fernández Mier, catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo nos habla de futuro “tenemos un proyecto coordinado con otras universidades, la del País Vasco, Salamanca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. Un proyecto que principalmente se ocupa de investigar los procesos de transformación del paisaje en la época medieval pensando, sobre todo, en documentar qué pasa en el Alta Edad Media, siglos V y X, que es un período muy poco documentado. Tenemos información a través de las Crónicas de la vida de la Monarquía asturiana y de las élites, pero a nosotros nos interesa el campesinado”. El proyecto que acaba ahora se prolongará en el tiempo con uno nuevo que acaban de ganar a nivel nacional y que se extenderá por cuatro años más de forma que “aunque no podamos acabar este año la excavación tenemos cuatro años por delante para poder seguir. El problema es que moriremos de éxito porque está saliendo un montón de información de épocas anteriores, sobre todo, de la Prehistoria, de la época Neolítica, del Bronce y del Hierro, períodos de los que también se conoce muy poco. Lo más interesante es la diacronía, esta gente, estos ganaderos llevan muchos años aquí, ocupando el territorio y transformando el paisaje.”

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