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miércoles, 2 de diciembre de 2015

Una reflexión a la luz de la prensa de hoy

Dos noticias en la prensa de hoy: una red de trata de mujeres y prostitución que ofrecía madres lactantes y menores y con las que los clientes podían hacer lo que quisieran y una mujer a la que autorizan a morir al no querer vivir sin belleza. Un tribunal británico autoriza a una mujer no seguir el tratamiento médico y así poner fin a su vida. La primera en Murcia, la segunda en Gran Bretaña.
Al leer el segundo titular (joder con la prensa) dices "no me extraña que tal y como se está poniendo el panorama esta pobre mujer no quiera seguir viviendo a la luz evidente de la ausencia de belleza" pero coño, lees el cuerpo de la noticia y para echar a correr. Resulta que la mujer solo está preocupada (muy respetable) por su belleza y su estilo de vida, por el glamour que ha perdido a raíz de un cáncer de mama y por la falta de calidad de vida a partir de un daño irreversible en los riñones producido por un intento de suicidio. Y yo pensando en el concepto universal de belleza frente al caos en que nos hemos instalado. El caso es que la tía de 50 años no quiere ser ni vieja, ni fea, ni pobre... pues "sin juventud, ni belleza su vida carece de chispa" Vaya con la pava, tampoco querrá morirse, claro.
De verdad que no entiendo nada y, ojo, que sí entiendo que no quiera vivir, que esté deprimida por todo eso, tremendo, por lo que ha pasado, pero mientras las redes de prostitución ofrecen a sus clientes a menores y a MADRES LACTANTES (que realmente ya no sé que me parece más aberrante) está mujer flipa con lo suyo y el sistema judicial británico lo mismo. Manda huevos. Ahhh y si acaso le echáis un vistazo a la portada de Lecturas. No sé qué pasa en el mundo que algunos no quieren envejecer cuando lo más hermoso es hacerlo con dignidad. ¿Quien coño dijo que los viejos no son guapos?
Mientras tanto al menos 14 muertos en un tiroteo al sur de California y hoy se celebra el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud. Sigamos mirando nuestro redondo ombligo y obviemos observar que ocurre alrededor.
Por cierto, hoy hace cuatro años que se murió mi abuela Elena. Ella amaba tanto a la vida y a los suyos que no se rindió nunca: ni vieja, ni enferma, ni pobre (que también lo fue) ni nada de nada, ella para adelante siempre, superando obstáculos. Yo me quedo con mi abuela "forever". Te echamos de menos güelita!

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