6 de diciembre: cumple de la Constitución que hace 37. La joven se nos hace mayor.
La campaña de IU-UP plantea la construcción de un Nuevo País, a partir de un Nuevo Proceso Constituyente hecho desde abajo, es decir, contando con el pueblo soberano y así, entre todos, parir una Nueva Constitución.
No es tan difícil de hacer, la propia Constitución recoge los procedimientos para hacerlo. Solo hay un problema: la necesidad de un consenso amplio, muy amplio, incluyente, no excluyente (las mayorías que se exigen son todas reforzadas, es decir, no simples) pero se puede hacer, sólo hay que querer. Y para hacerlo hay que hacerlo bien y no de "estrangis" como en 1995, cuando PP y PSOE, de la mano, se saltaron forma y fondo para, por la puerta de atrás, anteponer a los intereses del pueblo español los de la banca, las multinacionales y los poderosos, porque la reforma del art. 135 fue esto y los resultados fue perder en sanidad, en educación y en derechos sociales y de aquellos barros arrastramos estos lodos
No hay que olvidar que está Constitución que nos ha dado cobertura estos años, aunque imperfecta, ha permitido que creciéramos en valores democráticos, en derechos individuales y en libertades públicas. Gente como los de mi generación, nacidos cuando el franquismo daba los últimos coletazos no hemos conocido otra cosa, afortunadamente.
Sin embargo, aunque en mi humilde opinión no nos ha ido del todo mal no hay que olvidar que fue fruto de una clase política que bebía de las fuentes del antiguo régimen del que procedía y que aquellos, en su mayoría hombres tenían miedo unos de otros. Miedo y dudas acerca de qué iba a pasar y de cómo iba a gestionar una sociedad herida y dividida, una sociedad de hermanos vencidos y vencedores, cómo iba a gestionar aquella nueva era. Hemos tenido una transición "pacífica" y lo más importante a salvo de algunas heridas graves, gravísimas para las personas que hoy aún las sufren (memoria histórica, resarcimiento de los daños de la reprensión política sufrida durante el franquismo,...) hemos llegado hasta aquí, pero NO HAY QUE OLVIDAR LA HISTORIA, sobre todo, para que no se repita.
A pesar de todo quizás sea el momento de plantearse una mejora, entre otras cosas, porque la situación de las autonomías (en concreto el proceso de independentismo catalán que no tiene cabida en este marco constitucional) el cuestionamiento acerca de la forma de Estado hecho a raíz de la abdicación del anterior Jefe del Estado, por qué no ya la III República, alguien apuntaba ayer a la persona incuestionable de Julio Anguita como posible Presidente de la República y por qué no? la innecesaria existencia del Senado, cementerio de elefantes, la laicidad del Estado y un montón de cuestiones más que se me ocurren pero que no vamos a enumerar aquí una a una.
Por qué no se plantea en serio esta reforma constitucional? El tradicional bipartidismo instalado en nuestra democracia es feliz con la alternancia de partidos. "Esta tú, ésta yo, ésta me gusta, me la como yo" y lo peor no hay nadie valiente para afrontar el temido momento de "abrir el melón" y los que lo son no encuentran el apoyo necesario o quizás el pueblo español se ha acomodado a lo que hay y no aspira a nada más por aquello de "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".
Soy feliz por haber crecido en Democracia, como una mujer libre que puedo expresarme, escribir, manifestarme y con esta Constitución que se ha hecho vieja prematuramente más rápido que nosotros, quizás porque ya lo era cuando nació. Estoy contenta con celebrar uno tras otro los cumples cada 6 de diciembre, pero tampoco estaría mal que una Carta Magna viera la luz para dar respuesta a esta nueva sociedad multicultural y global con nuevos retos y nuevas exigencias, una Nueva Constitución que nos trajerá Un Nuevo País. Mientras tanto disfrutemos de este cumpleaños y de esta campaña electoral que estoy segura va a ser de todo menos aburrida.
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