Pues nada, en apenas unas horas comienza la jornada de reflexión. Yo la pasaré en Quirós con mi padre, leyendo un título que me han recomendado "El reflejo de las palabras" de Kader Abdolah un autor iraní, cuyo título por cierto viene muy a tiempo.
No voy a pedir el voto para nadie, solo pedir que la gente vaya a votar y que lo haga en conciencia y a la luz de los acontecimientos vividos, porque cada voto cuenta y todos los votos suman, porque para quejarse hay que estar en política activa y pasivamente, porque todo es política, porque cuanta más información tenemos más responsablemente votamos y porque cada uno de nosotros tiene una concepción individual de cómo tienen que ser las cosas y del ensamblaje de todas esas concepciones tiene que salir la mejor para la sociedad, para el pueblo, para los ciudadanos... Y en eso debemos trabajar por encima de egos individuales y partidistas.
El reflejo de las palabras, de las promesas, de los disparates o no que se han vertido estos días en campaña debería de ser el reflejo de los actos de nuestros representantes electos a partir del lunes en el Parlamento. Sus actos los delatarán, nos mostrarán quienes tienen verdadera vocación de servicio, quienes llegan a trabajar, quienes a enriquecerse.
Somos afortunados por poder participar en esta llamada segunda transición. No dejéis de ser protagonistas de la misma.
Un deseo personal y un guiño a Asturias: que la poesía en forma de juventud llegué a Madrid. Me encantaría. Suerte a todos electores y candidatos. Que el domingo gane, una vez más la Democracia en unas elecciones que son, desde hace tiempo, un ejercicio de madurez. Cambiemos el curso de la historia, escribamos un nuevo capítulo.
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