Transparente y primaria, necia y coherente. Con mal café si me llevan la contraria. Amiga de mis amigos e incondicional si la causa, aunque sea perdida, merece la pena, pero también divertida, independiente e inconstante en mis afectos. Y desde ya "a palabras necias, oídos sordos" Recordádmelo porfa. El resto ponerlo vosotros, pero leédme, porque en cada palabra, en cada pensamiento en cada entrada de este blog está mi corazón y mi esencia de persona. Besos para todos. (la gente lee esto)
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sábado, 31 de octubre de 2015
Razones para amar el otoño.
Cielos y nubes.
Cielos que se tiñen de mil tonalidades de gris, rosa y azul.
Combinaciones imposibles de trazos firmes, garabatos infantiles y suaves pinceladas que dibujan nubes de algodón.
Puzzles de piezas diminutas que convierten al cielo en espectáculo.
Una fotografía diferente a cada instante con la excepcional luz otoñal.
Frutos de temporada.
Setas.
Llagares y faroles de amagostar.
Sidra dulce y castañas asadas.
Manzanas dulces y ácidas que llenan tu cocina con el olor de casa de tu abuela.
Árboles y bosques.
Lluvia de hojas secas, renovación del vestuario de los árboles.
El olor a humedad del bosque.
El suelo cubierto por un tapiz de hojas cobres y rojas, doradas y amarillas. El ruido de nuestros pasos sobre él.
El sonido del cortejo de los animales que anuncia de que tras lo caduco volverá a surgir lo nuevo en primavera.
El aire les castañes.
Tiempo de muerte y vida
Cementerios grises llenos de puntos de color en recuerdo de los nuestros.
Cómo no voy a honrar a los muertos que me enseñaron a vivir?
Días cortos de un sol que, por momentos, aun calienta.
Encender la chimenea y crepitar del fuego.
Charlar.
Amaneceres de esperanza y esperanza en cada atardecer
Que con él hayas vuelto a mi vida.
Leer mientras espero.
Si hasta venir a trabajar en este escenario es una bendición.
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