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domingo, 30 de agosto de 2015

Setiembre no cambiará nada.

¿Veis la lluvia? ¿la escucháis? Las nubes estaban jugando al pilla-pilla hace un rato en un increíble cielo azul y, de repente, algo ha pasado entre ellas. Se han enfadado. Todo se ha vuelto gris y ha empezado a llover con ganas. Como tiene que llover, con fuerza, que limpié la atmósfera y purifique el aire. Que nos prepare para que setiembre luzca todavía de verano, para recibir a la "rutina" también con sus novedades, los amigos tras las vacaciones, los antiguos amores y los nuevos, los reencuentros, los nuevos maestros de los niños, los planes viejos largamente pospuestos y los nuevos retos que tanta ilusión hacen. No sé que tiene setiembre que viene con el ánimo de darle la vuelta a todo, de poner nuestras vidas al revés.
Bendita lluvia, llévate todo lo malo de este verano. Ayúdanos  a recomponer las vidas de los que han sufrido que han sido tantos, tantos.
Ha sido un verano difícil. Muchas mujeres muertas, también niños. Una sola víctima a manos de aquellos que dicen que los quieren ya serían demasiadas. Pero y el Mediterráneo y las carreteras europeas plagadas de hombres y mujeres que huyen hacia sus destinos de exiliados, de refugiados, de ilegales intentando mejorar su realidad de nacionales de sus países? No me sorprendería empezar a ver cuerpos abandonados por las cunetas aprovechando la complicidad de la noche. El mundo se ha vuelto loco o somos nosotros los que nos hemos vuelto sordos, ciegos y mudos ante estas situaciones? Es un genocidio contra la propia raza humana. Si no encontramos un equilibrio, la posibilidad de paz, aunque sea un débil paz, una paz en pañales a la que cuidar como a un bebe. ¿Qué estamos haciendo como Humanidad? ¿Qué significa realmente la palabra Humanidad? ¿Dónde está el poder político para poner claridad al asunto? ¿Claridad? Ahhh no, aquí manda la economía de mercado, el neoliberalismo. Vale todo con tal de que lo mío no me lo toquen. 
Así, mientras los mercados están temblando por si China mueve un dedo, qué continúe el espectáculo. Que sigan matando sirios. Que  sigan secuestrando niñas para que sean esclavas sexuales de soldados de ejércitos sin bandera. Que sigan persiguiendo y degollando cristianos, quemando vivos a periodistas y grabándolo para que todo el mundo vea que en el cine se cumple aquello de "es tan real como la vida misma". Que continúen con el floreciente negocio del tráfico de personas. Que sigan dinamitando culturas. Acabemos con todo, total para qué seguir construyendo nada si todo ha perdido el valor, si es que alguna vez lo tuvo.
Robamos la infancia de los niños. Destruimos el futuro de los jóvenes. Condenamos a los viejos al desarraigo. No es un sueño de los viejos descansar junto a los suyos en su tierra? Y mientras tanto, sigamos mirándonos al ombligo.
¿Es este el precio de la globalización? Es muy alto, demasiado. Y si el mundo es global ¿por qué no buscar limpiar de escombros y cadáveres los cauces de la comunicación entre los pueblos? Si, claro, lo sé somos diferentes, pero ¿no hay nada ni nadie que nos una? ¿Qué haga confluir nuestras fuerzas en la consecución de un único objetivo? ¿No debería de ser la propia Tierra, nuestro hogar, la que sirviera de nexo, de cordón umbilical? Ay, la tierra, mi manzano agitado por el viento fuerte que junto a la lluvia ha traído la tormenta que se ha ido animando mientras yo escribía estas líneas. Ay, mis lágrimas y mi corazón maltrecho por el futuro que viene, por el dolor de tantos que no es mi dolor, pero si es mi pena. ¿Qué estamos haciendo si es que estamos haciendo algo?
La libertad se construye desde uno mismo, pero no tiene sentido sino se vive en comunidad, junto a los otros, en sociedad.
Y llegará setiembre y pasará. Un curso nuevo, las elecciones que seguramente solo pondrán de manifiesto el fraccionamiento de esta sociedad herida como las otras, vecinas, hermanas, tan cercanas. Y volverá agosto y otra vez a empezar. Y yo seguiré volando en mi alfombra mágica con esta Lola o con otra, frente al mismo humilde manzano (a salvo de que sus dueños verdaderos lo talen, que podría ser), pero seguiré usando la única herramienta que tengo para denunciar todo esto que tanto me avergüenza: la palabra y si es escrita, mejor. Que no me cierren la boca.

4 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón en este texto!
    Felicidades por él.
    ¡Saludos!

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  2. Respuestas
    1. me alegro, escribo para los lectores como tú! pero también habrá cosas que no te gusten, eso también es bueno, un saludo

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