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jueves, 9 de octubre de 2014

La dueña de Excalibur

Teresa Romero tiene ébola. Esta auxiliar de enfermería que se presentó voluntaria para tratar a Miguel Pajares y a Manuel García Viejo, los dos nacionales españoles a los que se repatrió enfermos, se debate entre la vida y la muerte. Es fácil que pierda esta batalla. Tiene todos los boletos de la rifa. El tema ahora es que los responsables de la sanidad madrileña y española pretenden hacernos creer que es ella misma la que, por error o negligencia (o ambos a la vez), se contagió con el virus. La información que nos está llegando pinta a una mujer negligente, mentirosa y culpable de lo que le está pasando. Tendrán suerte y Teresa se les morirá y con ella la posibilidad de poner luz en lo que ocurrió a pesar de tener una cámara grabando las asistencias a los enfermos y las entradas y salidas de la habitación. En este país en el que los profesionales de la medicina están sosteniendo, con más ganas que medios, un sistema sanitario que se derrumba, al tiempo que se pone en evidencia, cada vez más, la ausencia total de integridad moral en nuestros gobernantes, una mujer hasta hacer cuatro días anónima, está luchando contra la enfermedad y enfrentándose al sistema. 
Pues sí, Teresa Romero es culpable, es culpable a pesar de que llamó a los de Medicina preventiva para comunicarles que se encontraba mal, culpable a pesar de que adoptó las medidas para no contagiar a su marido, culpable por no comentárselo a su médico de familia y, hoy, también he escuchado que es culpable por haber ido a depilarse. Dicen "No se encontraba tan mal si fue a depilarse"
Yo lo que creo es que Teresa sólo es culpable de creer que el protocolo, los trajes de bolsas de basura y los guantes de 0,15 céntimos (los más baratos que les ofertaron) iban a funcionar. Culpable de creer que España, un país que presume de estar a la cabeza de Europa, tenía capacidad para frenar un virus de mierda que se está cebando en uno de los países más pobres del mundo porque no tienen ni para hidratar a los enfermos. HIDRATARLOS. Y donde, encima, abrazan a sus muertos por no sé qué creencia suya (totalmente respetable por otro lado). Teresa de lo único que es culpable es de ser una ingenua y de creer en el sistema público de salud de este su país. Yo no doy crédito a que no haya un hospital donde poder controlar la enfermedad, como tampoco me puedo creer que no haya un lugar donde tener a Excalibur en cuarentena cuando gran parte de la comunidad científica apuntó lo importante que podía ser estudiar si el perro estaba infectado o no, y si lo estaba, ver cuál era la evolución de la enfermedad en los animales domésticos.
No señores, no hay ni hospital, ni laboratorio de referencia pero, eso sí, estamos a la cabeza de Europa o eso pretendemos. A la cabeza de la ignorancia, del catetismo y en manos de la clase política más miserable que nos ha tocado y a la que hemos votado. Y me pregunto yo ¿cómo es que el resto de países del primer mundo han repatriado a sus nacionales enfermos y sólo se ha contagiado Teresa? Periodistas, voluntarios de ONG, médicos y personal sanitario, hasta ahora ningún caso que no viniera enfermo del origen, menos nosotros. Es un hecho que el virus del ébola iba a llegar a Europa. Era imposible que en el mundo de la globalización no lo hiciera. Un ingeniero que se cruza en el aeropuerto internacional de París con un colega que viaja a Japón y se estrechan las manos, un inmigrante enfermo que llega a nuestras costas en patera. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? En teoría, los medios al alcance de uno y otro para atajarlo. Y SI, hay gente que se cura y hay gente que supera la cuarentena, en el hospital de Mabesseneh en Lunsar (Sierra Leona) acaban de hacerlo. Nos dijeron que nos iban a matar las vacas locas y la gripe aviar, pero nos vamos a morir de asco si no nos morimos antes por culpa de la contaminación.
Y mientras a Teresa la estigmatizan ¿qué pasa en España?
Condenan al juez Elpidio a diecisiete años y medio de inhabilitación por perseguir a Blesa como primero hicieron con Garzón (éste por el caso Gürtel). Imputan a Rato y a Blesa (coño, éste otra vez) por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Más de 15 millones y medio de euros en gastos sin justificar realizados por los consejeros y los directivos de esta entidad. Nada un grupete de amigos que se iban juntos de farra, de putas o de caza. ¿No era ésta la Caja que vendía preferentes a nuestros padres y abuelos? ¿Estarán sus ahorros dentro de esta partida? (Hay que decir que sólo tres de ellos no usaron la tarjeta. Joder, va a ser que la honradez en este país es la excepción) Spottorno, ex Jefe de la Casa Real, hace mutis por el foro antes de que le imputen también a él. Mas sigue en sus trece y ahora busca la fórmula para poder celebrar el 9N sin romper la unidad e intentando burlar al TC. La Fiscalía Anticorrupción investiga a Villa, el histórico líder sindical de la minería asturiana, por haberse acogido a la amnistía fiscal del 2012. Nada, tenía debajo del colchón un millón cuatrocientos mil euros y se olvidó de declararlo. Moco de pavo. Que no digo yo que los sindicalistas tengan que ser pobres de solemnidad, pero ¿sabéis lo que cuesta ganar un millón de euros trabajando honradamente? Ah claro, que si es honradamente no se le despista a la Agencia Tributaria. Igual en HUNOSA con el vale del carbón le dieron una "black card" (la verdad es que en este caso el nombre le viene al pelo) En el accidente del tren en Galicia sólo es responsable el maquinista. No sigo, porque podría estar hasta mañana.
Tenemos un país en caos, en ruina moral que es mil veces peor que la económica. Pienso que la crisis del ébola acaba de empezar, pero da igual porque ya tenemos culpable: Teresa Romero, ¿no habíamos quedado en eso? Ella y los desahuciados, los parados y los preferentistas que no leían los contratos, los afiliados al SOMA que creían en su líder y cada uno de nosotros que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Todos excepto nuestros políticos que son irresponsables totalmente, ni el consejero de Sanidad de Madrid, ni la ministra de Sanidad (al final el único capaz de irse asumiendo su fracaso y dando la cara ha sido Gallardón) Esta "pija ministra vestida de azul" decía que el momento más feliz del día era "cuando veía como vestían a sus hijos" Dios Mío, aparta de nosotros a esta gente. Pero ¿sabéis qué? Cuando vayamos a votar, no haremos nada. Muchos dirán, "¿Total para qué?" "¿Regeneración democrática?" Y ¿os extraña que la gente esté harta?
Espero que sólo haya una víctima en esta crisis y que la víctima tuviera cuatro patas.

1 comentario:

  1. Hay tantos errores en el tratamiento de este contagio por ébola que uno no sabe por dónde empezar, pero tú lo has hecho muy bien, Bea. No se me ocurre cómo puede un político ser tan torpe y sinvergüenza como el que hace semejantes declaraciones culpando a Teresa Romero. Teniendo en cuenta, además, la cantidad de errores que han cometido a partir de que saben que la auxiliar de enfermería tiene ébola... Es tal el cúmulo de despropósitos en torno a esta tragedia que, de verdad, es difícil imaginar cómo se podrían haber hecho peor las cosas.
    Y, por lo demás, vivimos una época oscura en la que carecemos de referentes públicos, mi único consuelo es que hay mucha gente anónima que está mostrando una solidaridad y unos valores humanos admirables. Desde lo que apoyan a los desahuciados, hasta los que colaboran en un comedor social, aportan alimentos y etc. etc.
    Y, bueno, sí, yo creo que cuando toque votar todo esto les va a pasar factura, o al menos eso espero.

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