María y Foro

Hoy despedimos a María la de Foro, con mucha pena y acompañando en el dolor a quien fue su compañero hasta el final de sus días. Mi desconsuelo (sincero) no debería de ser tanto porque María tuvo una vida larga y al final del camino descansaba con su esposo en la residencia de Bárzana. Allí los conocí yo, en Bárzana, aunque a ella la conocía de vista porque era amiga de mis tías, vecinos de Bermiego, ya sabéis que los de Bermiego y los de Salcedo siempre han tenido mucha relación. Las mañanas de domingo, cuando yo bajo al catecismo, siempre me los encontraba de paseo, buscando la caricia del sol, el mismo sol que, tantas veces, les mancaría de jóvenes mientras trabajaban la huerta, semaban y recogían pan en la tierra o andaban a la yerba. Nada nuevo bajo el sol (nunca mejor dicho). Ese sol y ese trabajo que esculpió anticipadamente en sus rostros el tiempo y el trabajo, la dureza de una vida que, sin embargo, les trajo indemnes como matrimonio hasta ayer. Pienso ahora en otros matrimonios como ellos, sin hijos, en la diferencia entre ellos y esta pareja que se separa ahora, aunque sea de momento. Siempre juntos, acompañándose en el tramo final del camino. Desconoco como fue su vida juntos, tendría claros y oscuros, como la de todas las parejas, pero me quedo con la sonrisa bondadosa de María “compadeciéndose” de mí cuando cada domingo me enfrento a los fantásticos “bárbaros”con que trabajo (ironía modo on, sabéis que los adoro) y Foro asintiendo. O delante de la resi, “aprovechad hoy que hace bueno” les decía. Ternura en estado puro. Me acostumbré a ellos como me acostumbré  a la montaña en este tiempo distópico, un tiempo en el que hemos sufrido tanto y por el que, cada día que pasa estoy más segura, vamos a pagar una tremenda factura. Se me rompe el corazón pensando en ese hombre solo al que ahora arrastrará sin freno el cauce del río de la vida. Esta semana hemos despedido a otros dos quirosanos, Isidro y Maruja, mi recuerdo también para ellos y sus familias, pero mi dolor, mi dolor infinito hoy es para sus parejas que quedan solas, ojalá la vida sea benévola con ellos en este tramo que harán en soledad.