De todas las personas que conozco ninguna como ésta.
Siempre en su sitio, dándonos ejemplo de prudencia y sentido común, cobijándonos en nuestros errores, ni una sola palabra en nuestra contra aún cuando metemos la pata y nos equivocamos. Él nunca dirá "ya te lo dije" entre otras cosas porque nunca va a decirlo, pero si dirá "¿Es que no lo sabías?".
Los hijos como mi hermano y yo, dechados de imperfecciones, crecemos a la sombra de padres y madres como los míos, de hombres y mujeres que con esfuerzo y trabajo sacaron adelante a sus hijos, repitiendo buenos modelos aprendidos (al menos en nuestro caso). Yo soy lo que soy gracias a ellos.
Este hombre que en quince días cumplirá 78 años, ha cimentado los cuatro pilares sobre los que se asienta mi vida: amor y trabajo, prudencia (sigo trabajando esto) y raíces. Me ha apoyado en TODAS las decisiones que he tomado (algunas más acertadas que otras). Me ha ayudado a crecer creyendo que los sueños se hacen realidad si vas tras de ellos, que no hay nada gratuito que hay que luchar para conseguirlo piano, piano, sin prisa, pero sin pausa. Me ha dado la vida y me ha enseñado a respetarme a mí y a los demás. No podría parar de escribir acerca de él. Tiene una virtud muy grande: recomponerse a las pérdidas y seguir adelante, eso que hoy llaman resilencia.
Este hombre que muestra su lado más sensible cuando le hablan de su nieto Hugo, ahora empieza una nueva etapa de su vida y además tiene una nieta en camino. ¿Sé puede ser más feliz? Sí, se puede pero no está en nuestras manos, ¿verdad papá?
Por todo esto y más que podría contar, por todos los momentos de complicidad y de mosqueo, ¿por qué siempre preguntas donde está algo sin ir a ver primero si está donde lo dejaste? por todo lo nuestro, por ser el mejor padre del mundo (si ya sé que el de cada uno es el mejor) y por muchas cosas más: papá, abuelo Nicanor, te quiero un montón, un beso muy fuerte. (La foto es de Jose L. Alvarez Alvarez)
Este hombre que muestra su lado más sensible cuando le hablan de su nieto Hugo, ahora empieza una nueva etapa de su vida y además tiene una nieta en camino. ¿Sé puede ser más feliz? Sí, se puede pero no está en nuestras manos, ¿verdad papá?
Por todo esto y más que podría contar, por todos los momentos de complicidad y de mosqueo, ¿por qué siempre preguntas donde está algo sin ir a ver primero si está donde lo dejaste? por todo lo nuestro, por ser el mejor padre del mundo (si ya sé que el de cada uno es el mejor) y por muchas cosas más: papá, abuelo Nicanor, te quiero un montón, un beso muy fuerte. (La foto es de Jose L. Alvarez Alvarez)
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