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lunes, 5 de agosto de 2024

Pablo Rosales, compromiso con la comunidad a través de la Cultura

El pasado viernes la iglesia de Santiago de Coañana se quedó pequeña para acoger el tradicional yesperado concierto estival de música clásica que promueve desde 2008 el músico y luthier Pablo Rosales, vecino de la citada aldea.

En esta ocasión el concierto, programado para las 20.00 horas, tuvo como protagonista al chelo bajo el título “El Cello, Ayer y Hoy” y contó como intérprete principal con el cellista Cesáreo Muñoz y el acompañamiento, en alguna de las piezas, del propio Pablo Rosales, acompañamiento muy celebrado por los presentes que premiaron con una cálida y prolongada ovación cada una de las obras que los músicos ofrecieron.

En relación a las piezas que se escucharon, el intérprete había avanzado un programa que iba a transportar a los presentes desde el Renacimiento hasta el siglo XX teniendo como protagonista absoluto al chelo en diferentes modalidades desde el chelo acústico al chelo eléctrico. El programa ofreció una muestra de las posibilidades del instrumento con obras de Bach, Kummer, Max Reger y del español Cassadó además de mostrar una nueva visión del Renacimiento con una pieza de Gastoldi y experimentar otras sonoridades cálidas de la segunda parte del siglo XX haciendo hincapié en el valor de las bandas sonoras, obras creadas para el cine, cuya idea de “composiciones de segunda” hay que abandonar definitivamente. El concierto muy trabajado y muy didáctico permitió la interacción de los músicos con los presentes que escucharon las interesantes aportaciones de los mismos lo que siempre es un plus de valor al concierto mismo.

No hace falta saber de música clásica para acudir a los conciertos organizados por Rosales, solo hace falta abrir el espíritu a la música y dejar que como el aire penetra en nuestros pulmones, y de esa forma, la música, la atmósfera y el ambiente nos conquisten. Si hay algo en común entre los fieles del evento son las ganas de aprender, así el viernes Pablo contó qué el abeto, el arce y el ébano son las mejores maderas para construir un chelo al tiempo que Muñoz nos ayudaba a diferenciar como dos obras que beben de la misma fuente, la música barroca de Bach, escritas en 1914 en Alemania y en España tienen cosas en común pero también presentan muchos matices diferentes o a escuchar la valse d’Amélie de Yann Tiersen interpretada con chelo eléctrico como una delicada composición de música clásica que montó con la ayuda de un lopper (que graba una pista encima de otra) y un phaser (que crea un efecto de distorsión) para después desmontarla haciendo el camino contrario.

Aunque la temperatura era bastante fría a la conclusión de la velada, el público aprovechó para visitar la acogedora aldea que conserva un interesante grupo de hórreos y el edificio conocido como la Casona donde se encuentra el escudo de los Bernaldo de Quirós. Los oyentes manifestaron a este medio su agradecimiento tanto por el regalo realizado por un Rosales generoso que cada año intenta sorprender como por la posibilidad de escuchar música clásica en Quirós. La Cultura con mayúscula tiene a través de valedores como Pablo Rosales la posibilidad de transformar y mejorar la sociedad y por ello cualquier esfuerzo como los de Rosales o Muñoz con su proyecto personal para ofrecer conciertos como los del viernes en un mundo rural donde las posibilidades de escuchar este tipo de música son infinitamente menores tienen un valor incalculable. Muchos de los asistentes se desplazan cada verano desde sus lugares de origen fuera de Quirós para no perderse esta cita imprescindible.

 

domingo, 4 de agosto de 2024

Autos Barrio, el homenaje a un colectivo de imprescindibles


El pasado mes de julio, la Casa de Cultura de Bárzana acogió un merecido homenaje al colectivo de los taxistas históricos quirosanos. 

El acto diseñado como un reconocimiento a todos ellos fue especialmente emotivo cuando se le entregó la Medalla de oro del concejo a Francisco Barrio, Paco el taxista, como todo el mundo lo conoce. Paco retirado desde el año 2000, con más de cuatro décadas de servicio y 7 millones de kilómetros a sus espaldas representa a una raza de conductores que se jugaban la vida por aquellas carreteras estrechas, llenas de curvas pronunciadas y mal pavimentadas del siglo pasado que tan poco tienen que ver con las de ahora, aunque las actuales también puedan mejorarse. Paco recogió su Medalla de manos del alcalde, Rodrigo Suárez, en un salón de actos lleno a rebosar de gente, en una ceremonia en la que también estuvo presente el recuerdo de Zulima, su mujer, siendo aún muy reciente su pérdida. Ambos, Paco y Zulima, como tantos otros, representan los mimbres de una sociedad rural en desaparición en la que el servicio y la voluntad del mismo eran auténticas fórmulas de comunidad.

El acto abierto con las palabras del alcalde que agradeció la entrega y el trabajo desempeñado por los taxistas en un tiempo en el que los automóviles eran bienes muy apreciados precisamente por su escasa presencia en las carreteras, contó con la presencia Roberto F. Osorio, cronista oficial del concejo y promotor de la jornada quien realizó un breve repaso histórico del último siglo en Quirós escrito, tras un importante trabajo de investigación, a partir de las figuras de estos hombres, pues por aquel entonces la conducción estaba reservada a los hombres, y de los modelos de los vehículos que conducían. “Pocos coches, muchos vecinos y menos carreteras; solo Muriel.los, Ricao y el Alto la Cobertoria, tenían carretera en aquellos años” fueron algunas de las palabras del cronista.

Tras este recorrido se dio paso a una dinámica tertulia entre Paco, 89 años, el taxista más veterano y el más joven, Illán González, 29 años, junto a la viuda de Benito, otro recordado taxista, Loli Álvarez. La charla salpicada de anécdotas y recuerdos transmitió al público sus experiencias personales y lo que esta profesión tiene de sacrificio, arrancando por momentos las sonrisas de los presentes. Loli destacó el papel tan importante de la mujer del taxista, colaboradora necesaria e imprescindible, sujeta al domicilio y al teléfono en un tiempo en el que a nadie se le pasaba por la cabeza que iríamos con el teléfono en el bolso. Ellas recibían avisos y recados, hacían compras y gestionaban algún papeleo para los clientes habituales. Un tándem importante, testigo de tantos acontecimientos ocurridos, no todos buenos. A continuación, se procedió a entregar los diplomas conmemorativos de la jornada a las familias de los taxistas, prácticamente todos presentes de una u otra forma. El momento final se reservó para Paco que muy emocionado y acompañado por su familia recibió su Medalla de oro y aseguró que lo mejor es “Quirós como concejo, tanto cariño recibido, tanto apoyo, me quedo con esto”.

Paco que sacó el permiso de conducir durante la mili que hizo en Zaragoza, sigue conduciendo, aunque poco, pasa los días dedicado a su huerta, a sus gallinas y charlando con los vecinos y vecinas que pasan por delante de su casa, una de las más guapas de Bárzana. De conversación amena y mirada viva, siempre tiene tiempo para contar algo gracias a la memoria que conserva impecable e inagotable. Miembro de una familia emprendedora, fundó junto a su hermano Sixto, Autos Barrio, una compañía dedicada al servicio escolar en Quirós que fue gestionada hasta hace poco por su sobrino Honorio Barrio, prematuramente fallecido. Hasta 45 niños bajaban a escuela en su autocar, “estaban permitidos tres niños por asiento y era yo solo, no había acompañante, tenía que llevar un ojo en la carretera y otro en los chavales, pero tuve suerte en tantos años de trabajo ni un incidente, ni un rasguño en mis pasajeros” nos cuenta Paco vecino indispensable en el día a día de la capital del concejo.

Con motivo de este homenaje a los taxistas puede visitarse en el Museo Etnográfico de Quirós una muestra fotográfica que bajo el título "Quirós visto desde un volante" recoge imágenes del último siglo de la historia quirosana a través de sus conductores y sus “coches con conductor”. Las fotografías han sido cedidas por las familias y recogidas y coordinadas por la directora del MEQ, Alva Rodríguez con la colaboración especial de Emilia Barrio.