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domingo, 15 de marzo de 2020

La mujer que vivía sola consigo misma


Estoy pensando en que nadie jamás imaginó un panorama tan ideal para escribir una distopía, pero estoy pensando también que la soledad de estos días impuesta y obligada no es una distopía, es una realidad  en los pueblos y cada vez mas, en las ciudades.
Y estoy pensando en mí tía Domitila que vivió tantos años sola, allá en una aldea perdida en las montañas del concejo de Quirós (y como ella tantas otras: Visita, Belarmina, Zulima,...)  Estoy pensando en una mujer que durante su cuarentena, a ella le duró más de cincuenta años, el tiempo que pasó viuda con unos hijos que crecieron y volaron, avanzando en sus vidas, cómo debe de ser, se levantaba al alba para atender el ganado y realizar las labores del huerto y volvía a casa con las manos cansadas y el alma resignada. Una mujer a la que cuando más triste vi fue cuando murió su hermana pequeña. Una mujer que vivía resignada a un destino que no se merecía y contra el que no pudo hacer nada porque su sitio estaba en su casa y su casa junto a sus mayores y cerca del su José, el buen hombre que le robó la mina. Sin embargo, una mujer feliz, a pesar de todo, porque Dios (o quien sea que esté ahí afuera) le regalaba generoso un día más cada mañana y la bendecía con un nuevo amanecer, con el agua fresca de la fuente del Reguerón y con los frutos de la Madre Tierra, que disfrutaba con cada hechura de vestido que hacía a una niña para que estrenara en Ramos o a una de la muchas mozas del pueblo para que luciera por Alba o por el Rosario. Mujeres todas ellas que hoy, muchas abuelas, hablan con cariño y respeto de esta tía mía. Y es que hubo un tiempo en que los pueblos estaban llenos de casas abiertas y de chiquillos, de modistas que creaban trajes parecidos pero únicos, de bailes y chigres, de prados de pación y tierras de cultivo y hoy “todo matu”, pero esa es otra historia.
Una mujer que pasó mucho tiempo sola consigo misma viendo cómo se vaciaba su pueblo, huyendo algunos de la esclavitud del campo, escapando otros en dirección a la promesa de un futuro mejor que no siempre lo fue y mientras ella resistió al pie del cañón sin plantearse si quiera salir de su cárcel sin barrotes que realmente nunca fue prisión ni para ella ni para tantos otros que permanecieron en sus lugares de origen. Estoy pensando en su día a día, en una rutina marcada por las estaciones y las lunas, en cosechas y partos que marcan el ritmo de la vida del campo. En una mujer dura que sonreía con aquellos ojos azules que brillaban de una forma única.
Mi tía pasaba las tardes-noches recogida en casa, al calor de la cocina de leña, repasando una y otra vez “Holas” atrasados que le llevaba mi madre, recetas de cocina con ingredientes que nunca conseguiría “tarta de queso con nueces de Macadania, Taboulé con pasas y piñones, ceviche de pescado, ensalada de algas, Tzatziki griego, Ginger Cheesecake” cuando el jengibre y el curry solo salían en los cuentos infantiles o en las leyendas orientales. Trajes de alta costura imposibles, puestas de largo, Bailes De la Rosa, viajes de ensueño, princesas que llevaban vidas de ensueño pero en cuyos ojos habitaba la tristeza. Sabía soñar aunque sus sueños fueran solo sueños. Nunca la oí decir “que hubiera sido de mi vida si...” a su manera y desde su soledad fue dichosa, en la medida que nos es posible a los humanos serlo.
Mi tía pasó mucho tiempo sola, infinitamente más tiempo de lo que yo pasaré nunca y mira que a mí me encanta pasar tiempo sola y estoy pensando también en todas esas personas que se ven incapaces de sobrellevar una situación momentánea de ausencia de vida social. No me entra en la cabeza, la verdad. Pasar tiempo solos es aprender a quererse, a conocerse, a no tener miedo a uno mismo. Pasar tiempo solo encerrado en casa es aprender a aceptarnos, descubrir cosas en nosotros que desconocíamos y quién sabe si después de este encierro relativo que tiene más de destierro social que de encierro valorarnos más como los únicos que siempre estamos para acompañarnos y es que yo sin mí no soy nadie.

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