De la tierra, de su energía y de su fuerza.
Del cielo estival azul rabioso y del gris invernal que también tenemos en verano.
Del sol y de su ausencia.
De los amaneceres y las puestas de sol donde sea que nos encuentren.
De la lluvia que limpia y del viento que desgarra con furia,
arrancado las ramas que me sobran.
De la piedra caliza, testigo impasible e impacable de mi vida.
De la mágica luz cuando se posa en ella.
De los Montes de Quirós, escenario de cuentos y leyendas.
Del bosque, laberinto de entradas y salidas con Minotauro propio.
De los árboles que esconden vida y protegen sueños.
De las manos cansadas de mi güelu Ludivino.
De su chaleco negro y su boina calada.
De unos bolsillos repletos de pequeñas sorpresas.
De las manos de anciana de mi güela Rosario.
De su vista cansada y su moño deshecho.
De su fragilidad quebrada por el tiempo.
De unos nietos pequeños, demasiado pequeños y de unos güelos muy viejos.
A ellos les debo en parte quien soy, lo que tengo, lo que siento.
Enfrentarme de niña a un dolor repentino, desconocido hasta entonces.
De las personas que me ayudan día a día a no perder el rumbo.
Y de quienes pretenden marcarme camino y ritmo,
estos tienen perdida la partida.
Del hombre equivocado o no,
cuando el corazón elige no hay sitio para errores.
De unas manos grandes y una sonrisa sincera.
De una mirada en la que leo promesas que no se van a cumplir.
De todas las mujeres hermanas, amigas, compañeras,
De cualquier iniciativa que signifique trabajar por mi tierra,
que no me vio nacer, pero me vio crecer,
a la que estoy enganchada para siempre
y a la que regreso una y otra vez
para encontrar consuelo,
para buscar mi paz
y para ser feliz.
De retos y proyectos que sean por y para la tierra de mis antepasados,
que supongan presente o futuro,
y que nos ayuden a preservar el pasado,
porque no perdamos lo bueno que aún tenemos.
Algún día le devolveré todo lo que me ha dado.
Transparente y primaria, necia y coherente. Con mal café si me llevan la contraria. Amiga de mis amigos e incondicional si la causa, aunque sea perdida, merece la pena, pero también divertida, independiente e inconstante en mis afectos. Y desde ya "a palabras necias, oídos sordos" Recordádmelo porfa. El resto ponerlo vosotros, pero leédme, porque en cada palabra, en cada pensamiento en cada entrada de este blog está mi corazón y mi esencia de persona. Besos para todos. (la gente lee esto)
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