Transparente y primaria, necia y coherente. Con mal café si me llevan la contraria. Amiga de mis amigos e incondicional si la causa, aunque sea perdida, merece la pena, pero también divertida, independiente e inconstante en mis afectos. Y desde ya "a palabras necias, oídos sordos" Recordádmelo porfa. El resto ponerlo vosotros, pero leédme, porque en cada palabra, en cada pensamiento en cada entrada de este blog está mi corazón y mi esencia de persona. Besos para todos. (la gente lee esto)
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viernes, 21 de mayo de 2021
“El disputado voto del señor Cayo”
viernes, 14 de mayo de 2021
En la despedida de Antón.
Cuando a una que por edad ya colecciona despedidas, algunas por tempranas feas y duras, aún le sorprenden las pérdidas por dolorosas y porque algunos dejan un vacío tan, tan grande tanto en la familia de la que forman parte, como en l comunidad de la que fueron, cada uno a su manera, pilares. Algunos días largos se convierten en tremendamente largos cuando, al final de ellos, recibes la noticia de la pérdida de una persona querida y admirada por muchos de nosotros. Nos ha dejado Antón el panadero. Entonces tu pensamiento se divide entre el panegírico que debes escribir y lo que realmente te gustaría escribir. Y lo que quieres escribir es que Antón es inmortal, eterno Antón, y que este verano volverá a trabajar la huerta y abrirá su casa y paseará por Bárzana. Y sí, será inmortal, no como nos gustaría, pero sí para todos los que le recordaremos, con pena por su partida, pero sin poder evitar una sonrisa idéntica a la suya, con una pincelada grande de picardía, esa picardía que tienen las personas mayores que han visto mucho y que han vivido tanto. Y entonces, al final de este día largo, te pasa por la cabeza la posibilidad de tirar de hemeroteca (en los últimos años Antón ha sido protagonista de la crónica social del concejo: en 2012, protagonista del vídeo que trajo a Celtas Cortos a mi pueblo y testigo de aquel concierto que llenó Bárzana de miles de personas, un concierto al que contribuimos todos con cada “like” y cada “compartir”, pero que, sin duda, supuso un antes y un después para sus protagonistas; en 2016, Abuelo del Aramo y en 2018, Medalla de Oro del concejo con el resto de “panaderos” y es que a los mayores hay que darles reconocimientos en vida, cuando aún los pueden disfrutar y repasar en forma de recortes de periódico y recordar y presumir de ellos. Sí, claro que sí, PRESUMIR, porque qué vidas y qué hazañas las suyas) pero en lugar de hemeroteca decides que quieres escribir desde el corazón aunque las lágrimas se mezclen con los recuerdos divertidos robándote sonrisas en medio De la pena. Y lo único que quieres es dar GRACIAS por este hombre singular y único, trabajador y generoso, que fue capaz por un momento de ocupar el escenario de aquel concierto y de llenarlo. Un hombre mayor que rebosaba vida y al que ahora despedimos.
Antonio Fernández Quirós (Villar de Salceo 1927) más conocido como Antón el panadero, era un hombre de conversación amena y divertida que, generoso, salpicaba de anécdotas. De una familia grande de siete hermanos, de las que ya no quedan, pero de las que hubo tantas por Quirós, siendo un “guajete” ya iba a la mortera con la “becera”, recordaba, aquel domingo de 2016 en el que lo atraqué para que me diera una entrevista justo media hora antes de subir para L.lagüezos, como los neños de las Vallinas y de la Villa se juntaban en la Canga y desde allí a la mortera o al puerto. El subía de un poco más abajo, de Villar de Salcedo. Durante mucho tiempo, tras decidir que la mina no era pa el, compaginó su trabajo como ganadero con su profesión como panadero de la que estaba jubilado. Decía que para tratar con la gente le ayudó mucho su sentido del humor y su conversación, pero sobre todo la experiencia y la sicología (y algunas mentirijillas que les colaba a las mujeres para justificar su retraso). Recordaba aquel día conmigo como comenzó su periplo como panadero con un caballo aparejado con dos “banastras” en las que llevaba el pan tapado con una manta hasta Santa Marina y de Santa Marina a La Pachuca. Luego pasó a un carro lo que le permitía ir a caballo y de ahí a una furgoneta. Antón fue testigo de la historia de este concejo y de la llegada del progreso en forma de carretera a las aldeas. Tenía, como tienen los viejos en el sentido más cariñosos de la palabra, mucho que contar. Viudo desde hacía más de veinte años, se había trasladado a vivir a Oviedo, feliz, en su rutina y junto a su única hija, su marido y sus nietos, ella en 2016, para el nombramiento de Güelu del Aramo, se había desplazado desde Barcelona para acompañar a su Güelu. Era un galán de los de antes que, con exquisita educación, siempre tenía un requiebro o un cumplido para una mujer.
Durante los últimos tiempos lo veía paseando por el puente de la autopista en Oviedo cuando yo venía del trabajo. Este último año, dejé de verlo, la pandemia y trasladarme a Quirós han cambiado muchas cosas. No sé cuándo nos vimos por última vez, pero hoy quiero recordarlo con un culín de sidra a su salud y sonando “Cumbia para Antón” de la Banda de Gaitas Teixo-Manolo Quirós. Buen viaje amigo, nos dejas abatidos. Nunca un día fue tan largo y tan triste.
lunes, 10 de mayo de 2021
En el bicentenario de san Melchor de Quirós.
La Delegación de Misiones de la diócesis de Asturias no programó ningún acto especial para celebrarán el aniversario del nacimiento del primer santo asturiano.
Apenas un puñado de peregrinos, entre fieles y sacerdotes, acudieron el pasado día 21 de abril al Santuario de Cortes (Quirós), aldea en la que vio la luz san Melchor hace dos siglos. Apenas unas treinta personas para la celebración de la misa solemne en la que no hubo ni representación oficial de la Diócesis, ni tampoco gaitas. La situación de pandemia y las medidas sanitarias han impuesto la prudencia en la celebración de este bicentenario que en situación de “normalidad” se haría de otra forma aunque siempre desde la sencillez que caracterizaba al joven misionero, muerto en martirio en 1858 a la temprana edad de 37 años en lo que hoy se conoce como Vietnam. Sin embargo, la mayoría de los fieles quirosanos opinan que la pandemia no es excusa para la ausencia de autoridades eclesiásticas.Melchor García Sampedro de Quirós nacía un 28 de abril de 1821 en el seno de una familia humilde y cristiana de Cortes (Quirós). En la vecina parroquia de Cienfuegos aún se conserva la pila bautismal en la que recibió las aguas bautismales. Fue el primogénito de siete hermanos, y pronto presentó, por influencia de su madre, una fuerte religiosidad. A la edad de 7 años la familia se trasladó a Arroxo dónde recibió la Primera Comunión y al tiempo que crecía su fe en contacto con los sacerdotes que allí estaban comienza a destacar como un gran estudiante. De Quirós se desplaza a Oviedo donde completa estudios en Filosofía y más tarde en Teología en la Universidad, al tiempo que crece su vocación religiosa. Melchor podía haber sido maestro o desempeñar su sacerdocio en una cómoda parroquia asturiana, pero se aventura en una misión mucho más ambiciosa y peligrosa: la evangelización a miles de km de los suyos. Así, ya como dominico, embarca hacia Manila en 1848 a la edad de 24 años para no regresar a su tierra, ni volver a ver a su familia con la que siguió en contacto por carta. Desde Manila su destino es Tonkín, guiado por su fuerte vocación evangelizadora y sabedor de la situación de persecución que sufrían los cristianos, ejerció su labor de forma incansable despertando admiración entre los demás misioneros. En 1855 con apenas 34 años se convierte en Obispo titular de Tricomía y coadjutor de Tonkín central, recae en el la responsabilidad de dirigir una amplia comunidad cristiana y el foco de atención se coloca sobre su figura, conocedor de la exposición y peligro que eso suponía, acepta valiente la misión. En 1857 tras el martirio del obispo Díaz Sanjurjo, Fray Melchor queda al mando. En ese tiempo, rodeados de violencia, afirma que “el infierno entero se ha conjurado contra ellos”. Muchos cristianos son apresados y decapitados y Fray Melchor, consciente de la posibilidad de martirio, muere, tras sufrir públicamente un tremendo suplicio, un 28 de julio de 1858 tras haber sido hecho preso 20 días antes.
Este dominico asturiano fue canonizado en Roma por S. Juan Pablo II el 19 de junio de 1988.En aquella ocasión muchos fueron los quirosanos que lo acompañaron, el entonces alcalde Agustín Farpón, Miguel Coviella, sacerdote en Quirós que actualmente sigue ejerciendo allí su sacerdocio, un jovencísimo Roberto F. Osorio actual Cronista Oficial del concejo y Manolo Quirós, gaitero prematuramente fallecido y que llenó la Plaza de San Pedro con las notas de su gaita. San Melchor se convirtió así en el primer santo asturiano, un quirosano de Cortes. Y es en Cortes donde se mantiene vivo el espíritu del santo, en el santuario y en la casa natal, un ejemplo para conocer cómo era la vida en aquellos días: el llar, el escanu, las pequeñas habitaciones, testimonio de la pobreza material de aquellas gentes, pero de su grandeza humana. Respecto al santuario hay que decir que hasta el año 2000 estuvo abandonado, y es en este año cuando tras hacerse eco la prensa del estado ruinoso en que se encontraba, se acomete una reforma que le da el aspecto actual. La iglesia de interior austero se sitúa a la entrada del pueblo muy cerca de la casa natal del santo.
Cuando en 1988 Se canonizó al primer santo asturiano, san Melchor, todos lo celebraron por todo lo alto. Los primeros los habitantes de Cortes y por ende todos los quirosanos. Tener un santo en el concejo suponía, no vamos a negarlo, un atractivo grande y un futura” fuente de ingresos, incluso la creación, quién sabe, de puestos de trabajo. Sin embargo, hoy en Cortes sólo hay un sencillo santuario, siendo la despoblación la tónica general del concejo. Alguna casa rural, muy bien cuidadas y en mi opinión, fantásticamente gestionadas y ya. El retraso para convertir la iglesia parroquial en santuario y la dejadez de la Diócesis en la promoción de Cortes y del santo dejo por el camino expectativas e ilusiones. Nada es lo que fue pero nada volverá a serlo si la figura del Santo no se da a conocer.
sábado, 8 de mayo de 2021
“Green Book”, algunas cosas nunca cambian
Me ha gustado todo, no le pondría ni un pero. Lo mejor la caracterización de Mortesen, la fotografía, la empatía de Shirley con el patán de su asistente al que ayuda a escribir las cartas a su esposa y la sensata Dolores que atesora las cartas que recibe y acoge a Shirley como a uno de los suyos. Muy recomendable y tristemente siempre actual.