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viernes, 23 de septiembre de 2022

Las herederas


¿Cuánto tengo yo de mis abuelas?, ¿qué he heredado de ellas?, más allá de los rasgos de mi abuela paterna o el carácter de mi abuela materna, ambos físico y formas se van diluyendo con el tiempo a medida que envejezco, voy cultivando mis propias arrugas y adoptando mis propias manías y ¿qué tengo en común con mis primas? Somos cinco por parte de mi padre y compartimos nombre dos a dos y un verso libre. Dos como mi abuela Rosario y dos como mi tía Maruja que realmente se llamaba Beatriz... ¿qué tenemos en común Bea, Charo, Rosario, Ana y yo? a priori nada, solo algunos rasgos genéticos y la predisposición a ciertas enfermedades (aunque nunca se sabe); ah, y la herencia, el amor entendido desde distintos posicionamientos por la casa del pueblo, por algunas vigas que la sustentan, por la tierra, la huerta, las raíces y alguna finca. Estas son algunas de las preguntas que me suscita la novela que he devorado estos días "Las herederas" de Axia de la Cruz que está desde ayer en las librerías pero que he leido anticipadamente gracias al proyecto empresarial  de @bookish (al que estoy totalmente entregada). Y es que "Las herederas" va de primas y de herencias. Ellas son cuatro, hermanas dos a dos, Olivia y Nora, Lis y Erika, cada una totalmente diferente a la otra, cargando con mochilas personales y con una común, el suicidio de la abuela y ahora la cada de su infancia que han heredado las cuatro. A mi la novela me ha encantado, si la anterior de @bookish "La ciudad" de Aroa Moreno podía haberse titulado "Las caras del miedo" no tengo título alternativo para esta, pero quizas las herederas sea demasiado genérico. Las nietas de Doña Carmen, la suicida, viajan a la casa familiar con la idea de deshacerse de ella, pero cada una de ellas inicia una particular carrera para que sea la casa la que les de respuestas, respuestas no solo a la muerte de la abuela sino también y, sobre todo, a sus momentos vitales. Lis ha pasado por una crisis nerviosa, Erika que ha apoyado a su hermana haciéndose cargo de su hijo durante su ingreso en un psiquiátrico busca su sitio en el mundo, Olivia es una reputada cardióloga que no entiende como su abuela tenía un cargamento de drogas legales y Nora coquetea peligrosamente con las drogas para poder sobrevivir a la presión que le impone su precariedad laboral, exigencias de la vida moderna. Ayer escuché una entrevista con la autora, efectivamente en la novela hay una importante reflexión sobre las drogas, las legales y las ilegales, las que te ofrece la naturaleza y solo tienes que cogerlas, las artificiales, pero creo que la novela trata de mujeres, de mujeres enfrentadas a una sociedad que nos exige sin piedad: ser buenas madres, ser buenas profesionales, cumplir lo que nos piden, disfrutar del tiempo libre, saber hacerlo todo con algo grado de satisfacciones permanentemente examinadas por unas y por otros, no salirnos de la norma,... abandonar esas exigencias, desvestirnos de esos ropajes y buscarnos a nosotras mismas es el largo camino que hay que recorrer y es nuestra responsabilidad. Las protagonistas de esta novela lo hacen... No sé si se nota que me ha gustado mucho, mucho, mucho...

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