Pienso en las despedidas que siempre son duras por tempranas,
en la temida orfandad cualquiera que sea la edad a la que la suframos.
Pienso en seguir,
en avanzar,
en crecer,
en creer,
en los comienzos de nuevos proyectos que te llenan de esperanza y renuevan las ganas.
Pienso en idas y venidas,
en lealtades y traiciones,
en amores correspondidos y frustrados.
En abrazos de consuelo nunca dados.
En abrazos de los otros, los que queman por dentro y por fuera.
En amaneceres que son realidad y en los que nunca llegan.
Pienso en lo que fue y lo que será.
Pienso en mi como tierra sedienta,
Y en tí como lluvia fecunda,
en el presente nosotros, recogiendo los frutos.
Pienso y respiro para poder seguir pensando.
Transparente y primaria, necia y coherente. Con mal café si me llevan la contraria. Amiga de mis amigos e incondicional si la causa, aunque sea perdida, merece la pena, pero también divertida, independiente e inconstante en mis afectos. Y desde ya "a palabras necias, oídos sordos" Recordádmelo porfa. El resto ponerlo vosotros, pero leédme, porque en cada palabra, en cada pensamiento en cada entrada de este blog está mi corazón y mi esencia de persona. Besos para todos. (la gente lee esto)
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