Belén de Cumbres año 2016. Peña de Alba (Quirós) |
"Yo por mi parte estoy convencida de que no te cruzas con nadie sin más, las personas con las que te cruzas están en tus sueños solo a un instante de convertirse en reales o no, de tener forma humana, de ser la persona idónea en el lugar exacto esperando. Unas veces depende de tomar un sentido de la calle y no el contrario, de seguir de frente en un cruce o de un "me gusta" en FB. Están ahí esperando que sea su momento, nuestro momento". Bea la de Lola.
Ayer vino a verme el fantasma de las navidades pasadas. Ya sé que soy un poco teatrera pero así lo sentí. Realmente no podía ser de otra forma si te desplazas a Mieres a escuchar la que fue la banda sonora de vuestra historia. Dire Straits versionado (of course) bien versionado, pero excesivamente amplificado para el pequeño auditorio en el que se celebraba el concierto. "Hay que joderse". Por un momento me enfadé tanto que pensé en irme, sin embargo me quedé y entendí todo viendo lo que iba ocurriendo en el escenario. Me enfadé porque sabía que podía encontrármelo allí, dónde si no, tocando aquellas, ya viejas, versiones que escuchábamos machaconamente en la barragana o en la C15 yendo a Rodiles (no sé porque siempre pienso en Rodiles cuando recuerdo aquel tiempo). Había música en nuestras vidas, mucha más, claro. Los años eran propicios y nosotros jóvenes. Él siguió con ella. Entonces ya era su vida y yo la aparte de un manotazo. Mi vida no tiene banda sonora desde entonces. No he seguido a ninguna banda, ni grupo, ni solista... Naaaa, me quedé muda durante largo tiempo hasta que, por fin, recuperé las palabras. Ellas son mi auténtica tabla de salvación, creo que siempre lo fueron sólo que ahora las comparto. Las palabras y las otras, mis amigas!
Nunca voy a nada, los viernes me echo a la carretera hacia Quirós y esta vez acepté la propuesta de Susi para ir a escuchar a esta gente. Hay que joderse! No me duele el pasado, me duele no ser capaces de vernos y charlar tranquilamente, de que seamos tan retorcidos como entonces, de no poder mirar a los ojos a la persona que fue tan importante para el otro. Me duele no poder tomar un café y ponernos al día y luego cada uno de vuelta a su vida. Y me duelen las casualidades cuando tienes la certeza de que van a ocurrir porque entonces no son casualidades sino que es el puto hilo rojo que tira de tí o se ha tensado o se ha enganchado en alguna de las ramas de los árboles de nuestras vidas.
Pero hoy he vuelto a lo que soy ahora. He subido por primera vez al Gamoniteiru, a reivindicar la cima quirosana. Y asomada al auténtico balcón que es ese alto, he tenido por un momento la sensación del mundo a mis pies. He pensado qué hay tanta belleza en mi vida y que lo importante es hoy. La magia de las navidades presentes. Hugo en el Campoamor entusiasmado con la lámpara del techo que tanto le gustaba a mi abuela explicandome los instrumentos de la orquesta. Las primeras Navidades de Nela con un gorrito verde en la cabeza. Tener a mis padres. Lola. Subir una montaña y luego bajarla. Ser y sentirse comunidad trabajando en equipo organizando la I San Silvestre en Quirós, haciendo historia. No sentarte en todo el día. Vivir y respirar por lo que amas. Sonreír. Seguir sonriendo. Mi casa está en Quirós y mi vida también. Y se ha borrado todo lo de ayer, amaneciendo una nueva banda sonora.
Así que entre propósitos del año nuevo y balance del pasado me quedo con una sonrisa, con un abrazo que llegará (estoy segura), pienso en un par de destinos para 2017 y en un centenar de títulos por leer, busco una historia a la que poner palabras, pero sobre todo deseo un mundo más justo y lleno de personas felices, yo para mí creo que no pido nada, si acaso sólo muchas mañanas soleadas en la montaña y muchas tardes de trabajo como las de hoy. Ahhh y os quiero a todos por aquí acompañándome en este nuevo año.
Ayer vino a verme el fantasma de las navidades pasadas. Ya sé que soy un poco teatrera pero así lo sentí. Realmente no podía ser de otra forma si te desplazas a Mieres a escuchar la que fue la banda sonora de vuestra historia. Dire Straits versionado (of course) bien versionado, pero excesivamente amplificado para el pequeño auditorio en el que se celebraba el concierto. "Hay que joderse". Por un momento me enfadé tanto que pensé en irme, sin embargo me quedé y entendí todo viendo lo que iba ocurriendo en el escenario. Me enfadé porque sabía que podía encontrármelo allí, dónde si no, tocando aquellas, ya viejas, versiones que escuchábamos machaconamente en la barragana o en la C15 yendo a Rodiles (no sé porque siempre pienso en Rodiles cuando recuerdo aquel tiempo). Había música en nuestras vidas, mucha más, claro. Los años eran propicios y nosotros jóvenes. Él siguió con ella. Entonces ya era su vida y yo la aparte de un manotazo. Mi vida no tiene banda sonora desde entonces. No he seguido a ninguna banda, ni grupo, ni solista... Naaaa, me quedé muda durante largo tiempo hasta que, por fin, recuperé las palabras. Ellas son mi auténtica tabla de salvación, creo que siempre lo fueron sólo que ahora las comparto. Las palabras y las otras, mis amigas!
Nunca voy a nada, los viernes me echo a la carretera hacia Quirós y esta vez acepté la propuesta de Susi para ir a escuchar a esta gente. Hay que joderse! No me duele el pasado, me duele no ser capaces de vernos y charlar tranquilamente, de que seamos tan retorcidos como entonces, de no poder mirar a los ojos a la persona que fue tan importante para el otro. Me duele no poder tomar un café y ponernos al día y luego cada uno de vuelta a su vida. Y me duelen las casualidades cuando tienes la certeza de que van a ocurrir porque entonces no son casualidades sino que es el puto hilo rojo que tira de tí o se ha tensado o se ha enganchado en alguna de las ramas de los árboles de nuestras vidas.
Pero hoy he vuelto a lo que soy ahora. He subido por primera vez al Gamoniteiru, a reivindicar la cima quirosana. Y asomada al auténtico balcón que es ese alto, he tenido por un momento la sensación del mundo a mis pies. He pensado qué hay tanta belleza en mi vida y que lo importante es hoy. La magia de las navidades presentes. Hugo en el Campoamor entusiasmado con la lámpara del techo que tanto le gustaba a mi abuela explicandome los instrumentos de la orquesta. Las primeras Navidades de Nela con un gorrito verde en la cabeza. Tener a mis padres. Lola. Subir una montaña y luego bajarla. Ser y sentirse comunidad trabajando en equipo organizando la I San Silvestre en Quirós, haciendo historia. No sentarte en todo el día. Vivir y respirar por lo que amas. Sonreír. Seguir sonriendo. Mi casa está en Quirós y mi vida también. Y se ha borrado todo lo de ayer, amaneciendo una nueva banda sonora.
Así que entre propósitos del año nuevo y balance del pasado me quedo con una sonrisa, con un abrazo que llegará (estoy segura), pienso en un par de destinos para 2017 y en un centenar de títulos por leer, busco una historia a la que poner palabras, pero sobre todo deseo un mundo más justo y lleno de personas felices, yo para mí creo que no pido nada, si acaso sólo muchas mañanas soleadas en la montaña y muchas tardes de trabajo como las de hoy. Ahhh y os quiero a todos por aquí acompañándome en este nuevo año.
Ala!! Como me gusta el post y la imagen y todo!! Feliz año de mañanas soleadas como poco.
ResponderEliminarBesos!!
Felices lecturas.
Gracias, feliz año para ti también! el Belén es superpequeño pero las cosas pequeñas miradas bien son las más grandes, una abrazo.
ResponderEliminarNo lo habia leido hasta ahora,por fata de tiempo,y me ha encantado...bonita forma de enfrenarse a un nuevo año!!!!
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