Andrés Alvarez, flamante Premio AMAS quirosano |
Andrés Álvarez (Salceo, 1971) recibió el pasado día 23 de febrero un AMAS, los galardones que distinguen a los músicos asturianos. Álvarez, integrante desde 2008 de la banda de rock duro “Blast Open” y miembro también en otras dos formaciones “heavy” de la región, como “Leviatán” e “Innerself”, estaba nominado junto a los guitarristas Borja Suárez, de “Legacy of Brutality”, Emilio Ribera de “La M de Matilde” y miembro en la banda que acompaña a Marisa Valle Roso, y Guzmán Lanza, de “Blues & Decker”. Aunque las apuestas no lo colocaban como ganador, entre todos los que lo conocen existía la intuición y el deseo de que sí, de que este año podía ser el del premio, sobre todo y teniendo en cuenta que esta nominación era un paso más en el reconocimiento de su banda que ya el año pasado fue nominada en la categoría "álbum rock" por su trabajo “Beyond The Hope”. Y así fue, que las ganas de estar en la décimo tercera edición de los galardones que concede el “Anuario de la Música en Asturias”, celebrada en un Teatro “Filarmónica” abarrotado y la posibilidad del premio hizo que le acompañarán su mujer, Azu y sus dos hijos adolescentes, Marina y Tomás, pero también su madre, su hermana y parte de su familia política que además de emoción vivieron una gala en la que estuvo muy presente el rechazo a la censura. Contra la censura nada mejor que Cultura.
Para
Andrés Alvarez, músico de largo recorrido que ha currado mucho para
ganarse este hueco en el panorama musical asturiano, este premio es
un premio al trabajo. "Lo primero me lleva a recordar la
trayectoria en las bandas en las que toqué, lo compañeros con los
que compartí horas de ensayo y los km para ir a tocar; la
experiencia de grabar en estudio y el reto que suponía dejar
grabadas correctamente las canciones”, señala el quirosano que
nació en Salceo, pero que está unido por vecindad al concejo de
Lena a dónde se trasladó su familia, como tantas otras familias
quirosanas en los años setenta en pleno éxodo rural, "Pola de
Lena me lo dio todo pero en Salceo está el corazón y a medida que
pasa el tiempo me apetece más pasar tiempo allí", nos dice.
El
veterano guitarrista que compró en el 91 su primera guitarra con su
primer sueldo, "empecé un poco antes a trastear, a fijarme en
algún amigo que tocaba, empezar con los acordes, pero yo tomo como
referencia cuando compré la guitarra. Una guitarra de picos, era
guay, pero igual para empezar hubiera sido mejor una guitarra con
otra forma." Ensayaba en la cochera de sus padres en Salceo en
lo que alguna vecina interpretaba como "una motosierra que
sonaba todo el día".
De
aquellos primeros días a hoy ha hecho mucha carretera y reúne en
sus casi treinta años de carrera miles de anécdotas como ir a un
bar a tocar, llegar y estar clausurado por la policía y tener que
estar vigilando el coche toda la noche porque estaba la batería del
grupo en la baca del coche. Recuerda con especial emoción la gira
que hicieron como "Innerself" con la banda alemana "Grave
Digger", "tocamos en Barcelona en la sala Razzmatazz 1, en
2005, es una sala de referencia para el heavy, muy preparada, un
lujo. Sí, sin duda, es una de las noches que recuerdo con más
cariño." También recuerda con cariño su participación en el
año 2013 en la Metal Battle WOA como "Blast Open".
Cuando
le preguntas por qué va a pasar ahora Andrés lo tiene claro, "Y
ahora qué, buena pregunta. Este premio coincide con lo que podríamos
denominar un final de etapa. Hemos hecho 24 conciertos en estos dos
años con nuestro último trabajo. Este premio se proyecta a la
banda, le ayuda, porque hace que suene. Siempre podrás hacer
referencia a él. Podemos optar a nuevas opciones. Para 2019 queremos
dar un nuevo giro, un nuevo trabajo, estamos haciendo lo que se llama
trabajo de local, nueva canciones, ensayando. A nivel nacional el
objetivo, aunque es muy complicado, es entrar como teloneros de una
banda con más nombre, como banda de apoyo, "supporting".
Esta es la fórmula de llegar a más público, de acceder al público
objetivo que de verdad nos interesa, aquellos que pueden reconocer
nuestro trabajo. Es complicado porque todo es a través de contactos,
tienes que gustar al promotor y que te encaje, intentar colarse. Los
planes son ambiciosos, trabajar mucho, es lo que queda."
Andres
está muy orgulloso de los seguidores de Blast Open, "hay un
público fiel, sí. Es cierto que al que le gustas te sigue, están
al tanto, se ponen en contacto contigo". Respecto al premio nos
cuenta que fue complicado enfrentarse al público del Filarmónica
"es un pelín más complicado enfrentarse a un público que no
es el tuyo. Con la guitarra vas a exponer tu música, tu trabajo. El
instrumento parece que arropa, como cuando te subes al escenario
junto a los miembros de la banda. Es gratificante que la gente te
siga, cuando lo compartes con tu gente es muy emotivo y se agradece
mucho. Nunca piensas en ningún premio. Haces la música para tu
público pero en los AMAS entran en juego otras cosas: el respeto, el
reconocimiento a músicas diferentes. Aquí no se habla de quién es
mejor o peor, es un reconocimiento a la música, a los diseñadores,
al mundo que rodea la música y eso es quizás lo más guapo".
Una
carrera de fondo, la de los músicos que como muchos deportistas
hacen de su afición una pasión. Una carrera de fondo que ha llevado
al reconocimiento de este músico y del género que cultiva, el
heavy, un género menos comercial que otros pero que cuenta con
muchos seguidores fieles, como los que los siguen por carreteras
secundarias a verles actuar y a disfrutar de su música. Una carrera
de fondo con premio y con el orgullo tremendo que hoy sienten sus
padres Maruja de Villamarcel y Selino de Salceo.
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